La Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA) afirmó que es importante el desarrollo y distribución de pruebas para detectar COVID-19, las cuales deben ser fáciles de usar, precisas y asequibles. Esto sería una alternativa a la cuarentena que muchos países han implementado para los visitantes.

Durante este año, los viajes internacionales cayeron un 92 % en comparación con 2019. Si bien algunas naciones reabrieron sus fronteras, han aplicado una serie de procedimientos (como los aislamientos) que han impedido el aumento de las actividades turísticas.

Según una encuesta realizada por este organismo, el 65 % de una muestra de viajeros no está de acuerdo con la imposición de confinamiento a quienes dan negativo a un test de COVID-19. Así, el 88 % coincide con que este examen médico debería ser obligatorio para quienes buscan entrar a otro territorio.

“Somos el transporte más seguro porque trabajamos juntos como industria con los gobiernos para poner en funcionamiento estándares globales. El costo económico que representan los cierres de fronteras ha ido en crecimiento. Se prevé una segunda ola de contagios, por lo que debemos unirnos con las autoridades correspondientes y los laboratorios que generan las pruebas para encontrar una solución óptima”, finalizó Alexandre De Juniac, CEO de la IATA.

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