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Las Islas de Tahití… ¡Fascinan, seducen, enamoran!

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Por Bibiana Saucedo

Nunca imaginé que pudiese existir un lugar tan hermoso

Lo confieso: las Islas de Tahití son fascinantes. ¡Sentí amor a primera vista!

Se ubican en la Polinesia Francesa, sí, un país en la zona más oriental de Oceanía y que pertenece administrativamente a Francia. Agrupa cinco archipiélagos, conformada por 118 islas y atolones (arrecifes) repartidos por el Pacífico Sur, por lo que las opciones al elegir qué visitar son muchísimas… y ¡todas son maravillosas!

¿Suena lejos? Para nada. No te preocupes, aquí te decimos…

¡Cómo llegar! Claro, Air Tahiti Nui

La aerolínea bandera de la Polinesia Francesa, que en tan solo ocho horas desde Los Ángeles te lleva al paraíso. Y desde que abordas inmediatamente te sumergen en el destino… Los flight attendants son amables, amorosos y serviciales. Los aviones son hermosos porque están decorados con los colores turquesa propios de los mares y de las lagunas de la Polinesia Francesa. Cuando entramos a las aeronaves se aprecia el verde y el amarillo propio de este lugar. La experiencia inicia con la entrega de un especial obsequio: la flor de tiare, misma que representa el espíritu de la gente de Tahití y que es el logo de la aerolínea… Y la cual siempre verás a lo largo de todo tu viaje.

Sus aeronaves son Boeing 787- 9 Dreamliner. Y ojo, es la única línea aérea de la Polinesia Francesa que ofrece dos vuelos directos diarios desde el Aeropuerto de Papeete hacia Los Ángeles. Posee códigos compartidos con American Airlines, y tarifas y acuerdos interlineales con aerolíneas internacionales como: Alaska Airlines, Air Canada, Delta Air Lines, Virgin America y Hawaiian Airlines.

Las clases de servicio que brinda a precios súper accesibles son tres: Poerava Clase Ejecutiva, con 30 asientos; Moana Clase Económica Premium de 32 asientos; y Moana Clase Económica, con capacidad para 232 pasajeros.

Cuando aterrizas la exaltación y el rico calor se apoderan de ti. El Aeropuerto Internacional de Tahití Faa’a es la puerta de entrada estratégica al Pacífico Sur, situada en Faa’a, en la isla de Tahití, en la Polinesia… El recibimiento es sensacional, tu tradicional collar de flores en el cuello y festivos danzantes tahitianos te recuerdan que has llegado al edén.

Desde entonces sólo vivirás emociones… ¿Imagina sentirte rodeado de puro mar en medio de la nada? eso sí con la presencia de bellas islas y con todos los lujos!

Tahití

Coronada por un círculo de picos majestuosos, la isla de Tahití, la más grande de la Polinesia Francesa, se eleva sobre el océano con toda su majestuosidad. El interior montañoso está adornado con valles místicos, arroyos claros y altas cascadas. La mayor parte de la población de la isla reside cerca de la costa, lo que hace que el interior de la isla se sienta casi intacto y antiguo, a pesar de la proximidad a la bulliciosa capital que es Papeete, y que significa «canasta de agua», fue una vez un lugar de reunión donde los tahitianos venían a llenar sus baldes de agua fresca.

La meseta del volcán es impresionante, principalmente montañosa, y es conocida por su encantador paisaje natural, donde hasta lloras si logras conectarte con el maná, abarca diversas montañas y ríos, cuevas kársticas y ofrece sorprendentes paisajes.

Ahora, la capital es el punto clave de esta nación insular, cuenta con un mar fascinante, rodeado de resorts, spas, excelentes y exclusivos, restaurantes y clubes nocturnos, mercados vibrantes, museos, tiendas de perlas y boutiques de clase mundial.

De Papeete se toma un simpático ferry para llegar a…

Moorea

Esta isla emerge mágicamente del océano como una catedral. Sus montañas verdes altas, afiladas e inspiradoras, se vislumbran desde cualquier punto, coronadas por hermosas nubes. Hilos poéticos de cascadas caen por acantilados suavizados por helechos. Prados apacibles flanqueados por pináculos de color verde esmeralda renuevan mi creencia en la majestuosidad de la naturaleza, y la laguna azul brillante de Moorea romancea en un idilio constante con los mares del Sur.

Casas pintadas en colores pastel, rodeadas de jardines de hibiscos y aves del paraíso, rodean la isla. Es un hermoso collar de pueblos sencillos y alegres que subliman tus sentidos y te recordarán que de eso se trata la vida.

Sí, La vie heureuse, como dicen en Tahití (una vida feliz)

Se puede recorrer toda la isla bordeando la montaña, por carretera, donde encontrarás increíbles y lujosos resorts de marcas internacionales con extraordinarias playas y servicio.

Esta hermosa isla volcánica, se descubre en un recorrido en 4×4. Nuestro guía nos llevó a los campos de piña, bambú y plantaciones de naranja, toronja, papaya y vainilla. Gozarás como niño de la impresionante vista desde el mirador de Belvedere y debes visitar los sitios arqueológicos y los templos de los ancestros polinesios. Así como las historias y leyendas del antiguo «Eimeo».

Caminamos la Montaña Mágica, los últimos 300 pies (91 m) hasta la cima para deleitarnos con el impresionante panorama de la costa Norte de Moorea.

Vimos y ¡hasta tocamos! las anacondas y casi desmayamos. Pero luego reímos al descubrir que eran lánguidas anguilas.

Desde luego disfrutamos de la belleza de las danzas de Tahití, donde bellas nativas contonean con gran energía su cintura y cadera al ritmo del alegre Ukelele, vibrando con la intensidad de instrumentos típicos…

No faltó una increíble parada en la plantación y destilería de jugos, donde bebimos licores y jugos de frutas locales. Es un obligado parar en una de las tiendas para comprarnos obvio las exquisitas y finas perlas de color gris. La belleza de Moorea es inolvidable.

Con un breve vuelo de 50 minutos de Air Tahiti Nui desde Moorea, llegamos a Bora Bora…

El Aeropuerto de Bora Bora llamado Motu Mute, es bellísimo, pequeñito, compacto y rodeado por el sinuoso mar polinesio… Sentí que casi aterrizábamos en el mar… aquí sólo encontrarás lanchas taxi para trasladarte a tu hotel. Algunos resorts cuando reservas te enviarán sus propios botes a recogerte.

¡Este aeródromo tahitiano es lo máximo!

Al llegar aquí… sentí de inmediato que estaba destinada a unirme en un «amor verdadero» por esta isla de ensueño, fue cuando comprendí que… ¡Sí, el paraíso sí existe!

Bora Bora es parte de las Islas de la Sociedad en la Polinesia Francesa

Los tahitianos también la llaman May ti pora que significa “creada por los dioses”

Y sí, se yergue majestuosa con los azules aterciopelados de su mar profundo combinado con los tonos más suaves de la laguna… Créanme. Es un lugar increíble… Hormiguea la piel de la emoción.

Un arrecife de coral en forma de collar, rodea la isla central y la protege del mar abierto como si fuese un dique.

Se encuentra situada al Noroeste de Tahití, a unos 260 km al Noroeste de Papeete la superficie total de Bora-Bora, incluidos islotes, es inferior a 39 km2, tiene una extensión de 29.3 km2 en la isla central montañosa, ¡ojo! No hay carreteras… todo se mueve a través lanchas o pequeños barcos taxi, la mayoría de los destinos turísticos son aquacéntricos… Esto es justo parte de su encanto.

Poseen lujosos hoteles como Conrad Bora Bora Nui, Fours Seasons, Le Bora Bora, Intercontinental, St.

Regis. Espectaculares resorts con sus bellísimos elegantes, y maravillosos bungalows over-the-water… ¡sí, habitaciones flotantes sostenidas por enormes pilotes!

Los amarás, hospedarte en ellos es algo indescriptible

Además de gozar del lujo y glamour de estos bungalows

Un obligado es tomar un tour en donde tu guía profesional y experimentado te contará todo sobre las leyendas de la isla. ¡También te llevará a conocer gente local en su propiedad privada y degustar frutas de temporada de su plantación!

Aprender sobre la historia de los cañones GI estadounidenses de la Segunda Guerra Mundial, mientras disfrutamos de una vista de la isla Maupiti y Teavanui; el único paso oceánico de Bora Bora.

Las bellas tahitianas te enseñan a crear un pareo durante una demostración increíble. Y obvio debes comprarte mínimo unos cinco pareos polinesios de colores destellantes.

Lo maravilloso de aquí es también que siempre te llevan a convivir y conocer a una familia local. Sí, los tahitianos son encantadores, ellos te reciben en su casa, en un rincón de la isla y donde además llegas en lancha, te ofrecen una deliciosa comida con el tradicional poison cru (ceviche polinesio) y probarás todo el tiempo el agua de coco fresco, y desde entonces lo beberás como adicto, con un buffet de frutas que ellos cosechan.

Descubre plantas de vainilla y cangrejos de tierra durante este safari de Bora Bora.

Captura una vista perfecta de la playa de Matira, la única de la isla.

Nos maravillamos una y mil veces en un mirador exclusivo en el pueblo de Anau. Con paisajes increíbles de la pequeña isla. Nuestro tour de safari en Bora Bora nos llevó también a la piedra sagrada de Hiro el guerrero. Este es el mirador más impresionante de la isla.

Visitamos con expectación y sentimos la energía ancestral del Marae, un templo tahitiano. Fue asombroso.

Las perfectas playas de arena blanca de Bora Bora dan paso a aguas azules donde los peces de colores tropicales animan los jardines de coral y las mantarrayas gigantes se deslizan tranquilamente. Esto podría definirse fácilmente como el centro del universo romántico, donde los resorts y spas de lujo salpican la isla con bungalows sobre el agua, villas con techo de paja y un ambiente legendario.

En pocas palabras, Bora Bora es una de las islas más bellas del mundo, ¡sí del mundo!


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