El presidente de Francia, Emmanuel Macron, dio un aviso insólito pero cierto: ha decretado toque de queda. Esto debido al preocupante aumento de contagios por COVID-19 en nueve ciudades, en las que se incluye la capital, París.

El estado de emergencia iniciará desde las 21:00 y concluirá a las 06:00 horas. Entrará en vigor a partir de este sábado.

“El toque de queda durará cuatro semanas e iremos al Parlamento para extenderlo hasta el 1 de diciembre. Seis semanas es el tiempo que creemos útil», dijo Macron este miércoles en una entrevista televisiva.

Además, el presidente agregó que las personas que no cumplan esta norma serán sancionadas con una multa de €135 euros (unos $3 mil 300 pesos mexicanos).

«Tenemos que tomar medidas más estrictas. Estamos en una situación preocupante», afirmó Macron.

Dijo que el objetivo de esta drástica decisión es frenar el crecimiento de los contagios a fin de que el actual ritmo pase de los aproximadamente 20 mil diarios al nivel de 3 mil-5 mil.

Durante este toque de queda, “estará estrictamente prohibido ir a restaurantes después de las 21:00 horas, ni a bares. Por supuesto, tampoco se podrá asistir a fiestas en casa de los amigos», dijo el mandatario y comentó que para ello, habrá controles policiales y multas para los infractores, así como un sistema de autorizaciones para quienes tengan que salir por trabajo o motivos ineludibles.

Macron concedió esta entrevista en horario de máxima audiencia televisiva, mostrándose preocupado de que la situación se está agravando en las principales zonas metropolitanas de Francia a pesar de los estrictos protocolos.

Cabe destacar que algunas ciudades del país, como París y su región, Lyon o Lille, Toulouse, se encuentran en estado de alerta máxima por la pandemia.