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El verdadero reto de Los Millenials (1982-1994) y Generación Z (1995-Actualidad)

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Este tema ha sido tratado por muchos profesionales, y yo no soy experto, pero lo que escribo es mi experiencia y una especie de paráfrasis. Si el lector está de acuerdo conmigo, le invito a compartirlo.

Creo que las nuevas generaciones han perdido una parte en su formación. Hay profesionales con enorme destreza para buscar información, pero con poca capacidad de manejarla a pesar de que han usado computadora desde que nacieron. No pueden redactar una carta o exponer una idea o un proyecto, expresivos en el chat no pueden hablar en público, no saben hacer una buena presentación con Power Point, en Word no pueden combinar correspondencia ni en Excel hacer una tabla dinámica; no saben hacer un presupuesto ni dirigir una junta de trabajo o estudio.

Siendo maestro de último semestre en una prestigiosa universidad mexicana me tocó expulsar a un adulto por estar chateando en clase, se la pasaba pensando “en el gym y el finde” metido en Facebook o Whatsapp. Le pregunté qué quería de la vida, respondiendo que estaba planeando un negocio que lo haría millonario; quien a sus veintitantos años no tenía trabajo pues “estaba dedicado al estudio”, vivía con sus padres, y su currículo era muy vistoso, como sacado del portafolio de un diseñador, pero que tenía faltas de ortografía.

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En su primer empleo quiere oficina privada, sueldo de ejecutivo y elegir a sus clientes, flexibilidad de horarios y vacaciones extendidas; y en linkedin se describe como creative, founder, team-player y networker; cuando en la vida real parece creer que ser gerente es sentarse a dar órdenes, chatear con los amigos y estirar la mano para cobrar su sueldo. Nadie le dijo que es el trabajo el que genera el dinero para cobrar un sueldo.

Un Millenial o Generación Z debe entender varias cosas:
•Es la experiencia lo que paga el sueldo, no el título de licenciado. Hay que trabajar durísimo y empezar por donde haya que comenzar para generar esa experiencia.

•El dinero no se obtiene saliendo temprano los Viernes. Para ganar dinero se debe trabajar muchas horas, y usted “no trabaja para la empresa”, trabaja para sí mismo, su jefe no lo puede hacer experto, solamente él mismo se puede convertir en experto. Además, al principio no se trabaja para hacer dinero, se trabaja para aprender.

•No hay trabajo indigno; un profesional debe estar dispuesto a todo, a hacer mandados, sacar copias o si le toca barrer o trapear, desvelarse y comer mal de cuando en cuando; es así como se crea un jefe; sólo cumplir con las horas de trabajo y el paso del tiempo no le hacen acreedor a promociones y aumentos.

•Muchos creen que creando un negocio propio se ahorraran las largas jornadas, sacrificio y mala paga, pero están equivocados. Los grandes millonarios de nuestra era, los fundadores de Google, Facebook, Airbnb, Uber, y demás, son todos millennials quienes dedicaron mucho más de 15 horas diarias a lograr su sueño para transformar su visión en un negocio exitoso. Ser emprendedor es muchísimo más difícil que ser empleado. Ambos caminos son válidos, pero la pendiente está llena de creativos que no creaban nada, founders que no fundaban, y emprendedores sin clientes; estos se quedaron en el camino y viven con sus padres.

Hubo un tiempo en que el título facilitaba obtener un trabajo, ya no es así. La profesión es como aprender a usar el tenedor y cuchillo, el alimento es lo que se aprende después, y siempre hay que seguir aprendiendo, hay millones de libros, cursos en línea y audiolibros de cualquier tema, quien deja de aprender hoy, deja de crecer hoy.

Todos conocemos “adolescentes cuarentones” que van mal preparados a las entrevistas, exigiendo condiciones, pero no dispuestos a aprender, y si no les dan el trabajo culpan al patrón, a la empresa, a la crisis o al gobierno. Han comenzado a trabajar muchas veces, pero pierden los empleos por no comprometerse, son más o menos puntuales, se pasan el día pensando en el fin de semana, malgastan su tiempo, dinero, talento y oportunidades.

Al final, el tema no es cuánto exige el jefe, o cuánto exige el mundo, sino CUÁNTO SE EXIGE A SÍ MISMO. En el pasado un profesional entregaba su vida a su empleador, a cambio de que le protegían cuando se retiraba, la mayoría no tiene hoy esa opción. Si va a trabajar para alguien debe dar más de lo que le piden y ser un empleado modelo, debe prepararse e invertir en el propio crecimiento y nunca dejar de aprender; debe caerse y levantarse muchas veces con un objetivo: desarrollar su propia vida.


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