En una decisión que marca un importante paso hacia la normalidad total de los viajes internacionales, China confirmó que, a partir del 30 de agosto, los viajeros que ingresen al país ya no estarán obligados a presentar pruebas de COVID-19.

Esta medida representa un cambio significativo en la política de ingreso al país, que previamente había mantenido estrictas restricciones debido a la pandemia.

Eliminación de test COVID-19 en China

El portavoz de la Cancillería, Wang Wenbin, añadió que la eliminación de la exigencia de prueba a coronavirus, que será efectiva para finales de este mes, señala un claro avance en la dirección de la normalización de los viajes internacionales y refleja la confianza de las autoridades en los protocolos de control y manejo de la pandemia.

Este requerimiento estuvo activo por tres años, apegándose a una estricta política de «cero covid», que implicaba limitaciones fronterizas y cuarentenas obligatorias para la mayoría de los viajeros.

Para finales de 2022, el país comenzó a relajarse gradualmente. El 8 de enero de 2023, se redujo la categoría de gestión de la enfermedad de nivel A (máximo peligro) a nivel B, marcando el final de las cuarentenas obligatorias.

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Aunque se mantuvo el requisito de una prueba PCR negativa previa a la entrada en China, este último anuncio elimina incluso esta medida.

Esta medida va en conjunto a la reciente renovación de vuelos internacionales que enlazan al gigante asiático con múltiples naciones. Se espera que, para finales de este año, en vacaciones de invierno, la conectividad aérea se reponga de manera importante.

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