Airbus realizó una investigación con la cual demostró que la probabilidad de contagiarse de COVID-19 dentro de un avión es mínima, siempre y cuando se utilice cubrebocas a bordo.

Además, añadió que la bioseguridad se refuerza con los sistemas HEPA, los cuales filtran el aire, eliminando virus, bacterias y hongos; así como con las medidas que aerolíneas de todo el mundo han implementado para proteger la salud de los viajeros, citando, por ejemplo, el bloqueo de los asientos de en medio para cuidar la sana distancia.

“Después de múltiples simulaciones por computadora y la utilización de métodos científicos, tenemos datos concretos que confirman que la cabina ofrece un entorno más seguro que muchos espacios públicos”, dijo Bruno Fargeon, Airbus Engineering y líder de Airbus Keep Trust en la iniciativa Air Travel. “La renovación constante del oxigeno permite que sentarse junto a otro pasajero sea igual a estar a casi dos metros de otra persona que en cualquier plaza”.

Respecto a la circulación del aire, señaló que por la dirección que tiene al estar encendido el sistema HEPA se crean barreras de protección invisibles. Por lo tanto, incluso cuando alguien tose o estornuda, y aún con todos los asientos (incluido el del medio) ocupados, los usuarios se mantienen a salvo.

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