Saltar a bordo de un tren ya no es fácil en México, pero gran parte del resto del mundo todavía tiene trenes de pasajeros. México tiene uno solo, pero con personas que llegan de todas partes del mundo para montar sus rieles, así que es posible que desees considerarlo.

Si bien se necesita sólo un día para viajar en el Chihuahua al Pacífico desde un extremo al otro, haciendo un par de paradas se puede convertir en una semana de vacaciones. El Fuerte es un buen lugar para comenzar. Volar a Los Mochis y seguir a El Fuerte donde se puede pasar la primera noche. Capital original tanto de Sonora y Sinaloa, El Pueblo Mágico de El Fuerte afirma ser el lugar de nacimiento del legendario Zorro, así como de muchos otros. Y no tienes que levantarte temprano cuando subes al tren en El Fuerte (mientras que sí en Los Mochis). Después de El Fuerte puedes pasar una noche en Creel, al día siguiente continuar a Chihuahua y en el viaje de regreso parar por una noche en Divisadero y tal vez otra en Cerocahui. Llegar a Los Mochis por la noche es mejor que salir de allí al amanecer. Incluso puedes recompensarte con una o dos noches en Mazatlán.

En el extranjero, en Canadá el Rocky Mountaineer ofrece lo que los canadienses consideran el mejor viaje por tren del mundo. Esto es estrictamente para los turistas y si no puedes pagar el lujo de primera clase (servicio “Gold Leaf”), mejor espera y ahorra para la próxima temporada. Las opciones son muchas. Mi sugerencia para Canadá sería Via Rail a Edmonton (que se puede llegar por avión desde México), a Vancouver (durmiendo a bordo) a través de Jasper; y, después, el Mountaineer de Vancouver a Banff con una parada de una noche en Kamloops (de esta manera todo el viaje en tren es a la luz del día.) Es cierto que para disfrutar de ello, tienes que disfrutar de los viajes en tren. Los que lo hacen por lo general son los de la tercera edad. Escuchar un libro grabado mientras que miras desde la cúpula del carro hace el paseo incomparable. Si realmente te gustan los trenes, el de Edmonton inicia en Toronto. Va en la dirección opuesta, o sea que puedes viajar desde Toronto hasta Montreal y de ahí a Halifax en Nueva Escocia. Canadá mantiene la promesa de eliminar los requisitos de visa para los mexicanos y los han mejorado considerablemente, pero investiga antes de planear cualquier viaje.

Los Estados Unidos no ha cambiado nada, pero para aquellos con visa, las opciones para los viajes en tren son muchas. Considera el California Zephyr desde Chicago hasta San Francisco (o de Denver a San Francisco, si lo prefieres). En realidad, el tren nunca llega a San Francisco, pero la dirección se encargará de que tú llegues en autobús. Puedes regresar a través de Coast Starlight hasta Seattle y después de Seattle a Chicago a bordo del Empire Builder, que llega a su destino en 46 horas a menos que existan retrasos, y con frecuencia existen. Con los viajes norteamericanos en tren, llegar al destino es lo divertido, cuando se llega deja de ser importante.

En Europa y Asia (China y Japón) los horarios son estrictamente observados y los viajes en tren son sobre todo acerca de la velocidad, que puede ser de hasta 300 km/h en algunas rutas. Atractivo para mí es un viaje de Londres a Pekín y luego a Hong Kong y Japón, cuya última etapa se hace a través del ferry. Mi propia gran preocupación serían los problemas por el idioma. Recuerdo el reto de la compra de un boleto de Berlín a Varsovia, que, en realidad era bastante fácil. Se necesitarán visas para cruzar algunas partes de Europa y Asia, aunque estas deben ser sólo un pequeño inconveniente. Y después de haber escrito todo esto, estoy listo para empacar y salir. Al menos, puedo soñar.