Segunda Generación, retos y desafíos
por Andrés Mejía
La noche antes de sentarme a escribir este texto, acompañé a una clienta, junto con un grupo con el que estamos trabajando, a una experiencia única y emblemática de la Ciudad de México: la Lucha Libre. Este espectáculo, patrimonio cultural de nuestra ciudad, es una de las aventuras más auténticas y emocionantes que ofrecemos en Mexitours y es especialmente apreciada por los extranjeros que visitan el país.
Tuvimos la suerte de asistir en una noche muy especial, celebrando el 40 aniversario de un legendario luchador conocido como «El Felino». La velada fue aún más intensa ya que la lucha enfrentaba a «El Felino», quien junto a «Felino Jr. se enfrentaron contra «La Pantera» y su hijo.
También soy parte de una segunda generación en una empresa familiar. Mexitours está a punto de cumplir 45 años, y al igual que yo, la clienta que me acompañaba también pertenece a la segunda generación de su negocio. Este paralelismo me inspiró profundamente.
Al llegar a casa, me sumergí en una investigación sobre las empresas familiares. Descubrí que a nivel mundial, el 70 % de las que pertenecen al sector turístico son de este tipo. En México, esta cifra es aún más sorprendente, alcanzando un 90 %.
Mientras comenzaba la pelea, me dediqué a analizar a los luchadores que se presentaban frente a nosotros, y noté varios factores que llamaron mi atención. La contienda inició con los hijos enfrentándose entre ellos. Sin embargo, sus golpes y acrobacias carecían de energía y técnica, tanto que mi clienta comentó: «Muy aburridos, ¿cierto?». A lo cual asentí. Luego, llegó el turno de los padres. A pesar de no ser jóvenes, su entusiasmo y energía se hicieron evidentes desde el primer momento. Su experiencia se reflejaba en cada movimiento, y la forma en que animaban al público era contagiosa. Lograron reavivar a los espectadores, llenando la Arena México de entusiasmo.
Este es uno de los desafíos que enfrentamos las segundas generaciones que decidimos ser parte del negocio familiar. Iniciar una empresa es un reto monumental, pero como mi padre siempre me dice: «Llegar es lo fácil, mantenerse es lo difícil». Integrarse a un negocio ya establecido y con bases sólidas presenta un reto único para las nuevas generaciones. Nos encontramos en un mundo donde nuestro apellido y nuestros padres son figuras respetadas y admiradas, lo que nos obliga a construir un nombre propio.
Observando la lucha, me detuve a analizar a los dos hijos que estaban en el ring. Cada uno representaba un enfoque distinto de ser sucesores de sus legendarios padres. «Felino Jr.», con su traje vistoso, mantenía los colores y la esencia del padre, pero había encontrado la manera de ser diferente. En contraste, el Hijo del Pantera vestía un traje idéntico al de su padre, buscando ser una copia exacta de su predecesor.
Esto me llevó a reflexionar sobre el camino que enfrentamos las segundas generaciones en la búsqueda de nuestra identidad dentro de un mundo que ha pertenecido a nuestros padres durante toda su vida. Nos encontramos ante la disyuntiva de convertirnos en una copia de ellos o forjar nuestro propio nombre.
Personalmente tengo dos maestros a los que admiro profundamente y que me han enseñado no sólo a trabajar arduamente por nuestra empresa, sino también a amar a nuestro país. Mi padre, Jorge Mejía, está celebrando 50 años en la industria turística. Comenzó su carrera como guía de turistas y, con esfuerzo y dedicación, logró comprar su primer autobús. Mi madre, Alicia Mejia, aunque se unió a la empresa más tarde, ha logrado forjarse un nombre muy importante en el sector. Juntos, han dedicado sus vidas a México y a mantener el turismo de nuestra nación como relevante a nivel internacional.
Hace 15 años me incorporé a la compañía, y algo que siempre agradeceré a mis directores, es haber comenzado desde abajo. Como decimos entre nosotros: El IBM… «IBM a traer esto», «IBM a hacer aquello». Para dirigir una empresa, es esencial conocer todas sus áreas y comprenderlas a fondo para estar mejor preparado.
He conocido a otras segundas generaciones a quienes sus padres les han legado grandes negocios, pero al faltar estos, las compañías desaparecen debido a una mala administración o decisiones equivocadas de los hijos. Por eso, es crucial escuchar cada lección que nuestros predecesores han aprendido a lo largo de los años. Aunque somos jóvenes y traemos nuevas ideas, es vital combinarlas con la vasta experiencia que constituye nuestro legado para lograr construir un futuro sólido y exitoso.
También creo que es fundamental encontrar tu propio nombre dentro de este mundo sin faltar nunca al respeto a tus raíces. Es esencial recordar que no solo nos representamos a nosotros mismos, sino además, a un legado construido a lo largo de muchos años y superando numerosas dificultades para llegar a donde estamos hoy.
La comunicación entre ambas generaciones es crucial, así como la apertura para escuchar nuevas ideas. Al mismo tiempo, debemos valorar la vivencia que nuestros predecesores han acumulado. Así, cuando nos toque estar en el ring de la vida y en el competitivo mundo del turismo, podremos seguir innovando con una base sólida de experiencia y sabiduría.
Decir que Mexitours tiene 45 años puede sonar sencillo, pero el camino ha estado lleno de desafíos y triunfos. Hoy, me siento inmensamente orgulloso de ser parte de este legado y de asumir la gran responsabilidad que conlleva ser una segunda generación.
Continuaré aprendiendo de mis increíbles maestros y guías, y, como muchos de mi generación, trabajaré incansablemente por nuestro México, nuestra misión es seguir recibiendo a turistas de todo el mundo y asegurar que disfruten de una aventura inolvidable en México. Cada día, nos esforzamos por mostrar lo mejor de nuestro país, para que los visitantes se lleven no solo recuerdos, sino también una parte de nuestra alma y esencia.
Andrés Mejía
Es director Comercial de Mexitours desde hace 15 años. “Hijo de tigre, pintito”, indudablemente. Ha sabido ganarse su propio nombre, gracias a su arduo y brillante desempeño en esta exitosa empresa. Posee una licenciatura en Artes Dramáticas obtenida por Capilano University en Vancouver. Tiene innumerables premios y reconocimientos y además ha impartido capacitaciones y seminarios en 53 países en portugués, inglés y español, destacando las riquezas de México. Es uno de los jóvenes influencers LGTB más innovadores y respetados de la industria.