El artista Thomas Kole realizó el proyecto Retrato de Tenochtitlan en 3D, una reconstrucción de la capital mexica, mostrando cómo era antes de convertirse en lo que es ahora, una de las ciudades más pobladas del mundo.

El proyecto es el resultado de un año y medio de investigación y lo publicó en una página web, donde las imágenes resultan impresionantes, por el gran cambio que tuvo la entonces capital mexica.

Las imágenes de la Ciudad de México que aparecen en el proyecto son de Andrés Semo García (SemoDron).

Retrato de Tenochtitlan

La historia marca que en el año 1518, Mexico-Tenochtitlan fue un asentamiento en el Lago de Texcoco. Albergó a 200,000 habitantes dedicados a la agricultura, el arte, el comercio, la guerra, el sacerdocio y el gobierno.

Hoy es conocida como la Ciudad de México, no queda nada de la antigua civilización, y ver las comparaciones que hace en imágenes del pasado con el presente resulta, además de un gran trabajo, es muy impresionante.

Thomas menciona en la página que creó: «he tratado de traer a Tenochtitlan de vuelta a la vida de la manera más fiel posible».

Y ¿cómo era?

Había una traza cuadriculada, lo que indica que fue una ciudad de jerarquías. Se da mantenimiento a las acequias para facilitar el transporte de personas y bienes. Pasos y puentes forman el tejido de la ciudad.

El Recinto Sagrado, hogar del Templo Mayor, es el epicentro de la ciudad. Se encuentra el palacio del tlahtoani, Motecuhzoma Xocoyotzin, así como otros templos, colegios, jardines y un vivario.

En el proyecto se muestran varios puntos importantes de lo que fue Tenochtitlan, como Tlatelolco:

La llamada Cuenca de México está rodeada por volcanes, entre los que destacan el Popocatépetl y el Iztaccíhuatl. Corren las aguas pluviales y de manantial para formar un cuerpo salado en el centro. A la distancia es de las cosas que más llaman la atención, la existencia de muchos cuerpos de agua sobre los cuales se construyó una gran ciudad.

Las chinampas era donde cultivaron maíz, frijol, calabaza, chile y flores. Este sistema permitió que la ciudad creciera tanto en extensión como en población.