¿Te imaginas un lugar donde los helados no solo se comen, sino que también se convierten en arte, juegos y diversión? El Museo del Helado (Museum of Ice Cream) es una atracción que combina el amor por este postre con experiencias interactivas que harán que tu lado infantil se desborde de alegría. Este museo en Nueva York es todo lo que los amantes del helado podrían soñar… y más.

¿Qué es el Museo del Helado?

El Museo del Helado no es un museo tradicional, sino un lugar donde todo gira en torno al helado, ¡literalmente! Desde salas llenas de colores vibrantes y decoraciones temáticas, hasta piscinas de confeti y chispas gigantes, cada espacio está diseñado para hacerte sonreír (y tomarte las mejores fotos para tus redes sociales).

• La Piscina de chispas: Uno de los highlights del museo. Es una enorme piscina llena de chispas donde puedes sumergirte, jugar y, claro, posar para fotos.
• Sabores para degustar: En cada sala puedes probar helados, paletas o sorbetes únicos creados exclusivamente para la experiencia.
• El túnel de los postres: Una pasarela mágica donde luces y olores te envuelven en un viaje sensorial inspirado en tus dulces favoritos.
• Arte Helado: Esculturas, instalaciones y murales coloridos que rinden homenaje al helado como una obra de arte.

¿Dónde se encuentra?

El Museo del Helado es un museo itinerante con ubicaciones en varias ciudades de Estados Unidos, como Nueva York, San Francisco y Austin. También ha llegado a otros países en ediciones temporales.

¿Por qué es tan popular?

Porque no solo es un lugar para aprender sobre el helado, sino para vivirlo. Es un espacio diseñado para desconectarte del mundo exterior y disfrutar como niño. Además, su diseño es tan “instagrameable” que cada rincón es una oportunidad perfecta para tomarte una foto inolvidable.

Información práctica

• Duración de la visita: Aproximadamente 1-2 horas.
• Recomendación: Compra boletos con antelación, ya que las entradas suelen agotarse rápido.
• Ideal para: Familias, parejas y cualquiera que adore el helado (¡o las fotos increíbles!).

¿Por qué visitar el Museo del Helado?

Porque es una explosión de color, creatividad y dulzura que no se parece a nada más. Ya sea que vayas por el amor al helado o por la experiencia visual, este lugar promete ser un recuerdo que te dejará con una gran sonrisa (y ganas de un segundo postre).