En efecto, algunos lugares de Europa han recurrido a drásticas medidas para frenar la afluencia estacional, creadas para combatir el turismo excesivo y que garantizan una estancia maravillosa para residentes y visitantes.

Las proyecciones señalan que Italia espera un auge turístico sin precedentes, este verano, se estima un récord de 27 millones de visitantes internacionales; ha superado en un 4.6 % con respecto al 2024. De hecho, durante junio los aeropuertos de todo el país han recibido 10,6 millones de llegadas, lo que es un claro indicativo del alza sostenida en la demanda de viajeros; colocándola con el tercer puesto en Europa, detrás de España y Turquía, de acuerdo con Tourist Italy. Recordemos que este año se celebra el Jubileo de Roma.

Prosperidad salpicada de estrés

Sin embargo, se trata de un exceso de visitantes que ha generado preocupación, especialmente, en sitios populares. El flujo exponencial suele saturar infraestructuras, infla los precios inmobiliarios, agota los servicios públicos e incluso diluye la cultura local. Crea un escenario tenso, donde la derrama económica choca con el estrés social de Italia.

Joya de la Riviera Italiana

Uno de los destinos italianos más amados para disfrutar de una travesía opulenta, es Portofino. Venerado por su sofisticada escena que seduce por sus vibrantes casas de color pastel, su glamorosa atmósfera que atrae a celebridades, realeza y viajeros que adoran el Bon Vivant.

Desafortunadamente, durante la temporada estival recibe una gran cantidad de yates que atracan en su pintoresco puerto, que impiden las visitas tranquilas. Por tal motivo, se han establecido una serie de normas y regulaciones para los turistas, que estarán vigentes hasta septiembre, firmadas por el alcalde Matteo Viacava.

Preservar la integridad de la ciudad

La premisa es proteger a residentes y visitantes, así que aplica para ambos. Quienes infrinjan la normativa serán acreedores a multas que van de los €25 a los €500 euros. Se aplicarán, estrictamente, en las zonas más populares, que son el centro y el puerto.

Entre las nuevas normas en Portofino destacan:

• Prohibido caminar descalzo por las calles. La idea es preservar la estética de la ciudad y mantener las empedradas calles limpias.
• Se ha restringido el uso de traje de baño fuera de las áreas designadas para el descanso, lo que garantiza un ambiente más digno.
• No está permitido el consumo de alcohol en espacios públicos, excepto en bares y restaurantes con licencia. Se introdujo para reducir el comportamiento indisciplinado.
• Se han vedado los picnics en espacios públicos. Al igual que sentarse o tumbarse en calles, muros o aceras.
• Queda cancelado deambular por la ciudad con maletas grandes o altavoces portátiles.