Las Gargantas del Verdón: Un tesoro entre Provenza y Alpes
Ubicadas entre la impactante belleza de la Provenza y la majestuosidad de los Alpes, las Gargantas del Verdón, conocidas en francés como Gorges du Verdon, son uno de los paisajes naturales más espectaculares de Europa.
Este cañón, formado por el río Verdón, recorre unos 25 kilómetros entre acantilados que llegan a elevarse hasta 1.500 metros sobre el nivel del afluente, ofreciendo una vista panorámica sin igual de aguas color turquesa y paredes de roca imponentes.
Para quienes buscan una aventura inolvidable, la ruta por este lugar se puede iniciar desde dos puntos estratégicos: el este desde Castellane en la Costa Azul, y el oeste desde el pintoresco pueblo de Moustiers-Sainte-Marie, conocido por su exquisita cerámica. La ruta circular, que abarca unos 140 kilómetros, puede completarse en un solo día, aunque muchos optan por dividirla en dos jornadas para disfrutar más del entorno y pernoctar en alguno de los encantadores pueblos de la zona.
Las increíbles Gargantas del Verdón
Desde Moustiers-Sainte-Marie, el recorrido comienza por la D52, conocida como route des Cretes, pasando por más de catorce miradores. El viaje comienza en el mirador Galetas, seguido de Mayreste y Col de l’Ayen, ofreciendo a los viajeros vistas ininterrumpidas de la vastedad y belleza del cañón. Continuando la travesía, se llega al Point Sublime, uno de los puntos más espectaculares para apreciar las Gargantas.
El pueblo de Rougon, una tranquila aldea de montaña, es otra parada recomendable antes de dirigirse hacia Trigance, famoso por su castillo medieval. Aquí comienza la corniche (cornisa) sublime, donde se pueden apreciar los Balcons de la Mescla, que revelan la confluencia de los ríos Verdon y Artuby.
El trayecto culmina en el lago de Sainte Croix, un espléndido lugar donde los visitantes pueden relajarse en sus tranquilas aguas turquesas, practicar deportes acuáticos o explorar en pedalo. Las Gargantas del Verdón no solo ofrecen un escape natural sino también una experiencia repleta de historia, cultura y oportunidades para la aventura, convirtiéndolas en una joya imperdible del turismo en Francia.
