Quiero compartirles una experiencia de viaje. En diciembre del 2021 estuve en Estambul, Turquía, un país que lo único que te exigía era presentar una prueba de antígenos. Y por supuesto el certificado de tus vacunas.

A los siete días de estar aquí, llegaron a nuestro hotel unos doctores de un laboratorio certificado de Estambul (servicio que contratamos por una agencia de viajes de México), ya que como requisito para trasladarnos a Dubái -nuestro siguiente destino vacacional-, se requería de una prueba de antígenos 48 hrs. antes del viaje.

Afortunadamente nada de que preocuparse. Salimos negativos. Así, al llegar al Aeropuerto Internacional de Dubái, estaban haciendo el examen de antígenos a todos los pasajeros, luego pedían tu número telefónico y listo.

El resultado lo enviaron al siguiente día a nuestro hotel… y oh, sorpresa, dos de mis amigas ¡resultaron positivas! Por lo tanto nos indicaban que había que registrarse en un sistema que posee los Emiratos Árabes Unidos, de no hacerlo, había una penalización de $7 mil dólares, al mismo tiempo se les pidió obligatoriamente guardar una cuarentena durante 10 días. Por cierto, nunca se pudieron registrar en el sistema del gobierno.

De inmediato llamamos a un laboratorio nuevamente porque, no podíamos creer ese resultado, y además no sabíamos que por ley, si este salía positivo nuevamente tenían que avisar en el hotel donde estábamos hospedados.

Y gracias a que todas teníamos el seguro de asistencia que cubre COVID-19 y hospedaje, no las echaron del hotel. Esto, porque deben saber que envían a los pasajeros con coronavirus a hoteles específicos. (Aún cuando ya está pagado el alojamiento elegido).

Increíble que ni la embajada sabía qué hacer en estos casos

En el hotel donde ellas estuvieron en cuarentena, ya no les proporcionaban ningún tipo de asistencia. Obvio por miedo. Sólo les mandaba toallas y se las dejaban en la puerta. Ellas siempre debían buscar servicios de comida que les hicieran llegar. Estuvieron en un cuarto encerradas, sin ningún tipo de contacto humano. Se la pasaron viendo películas y series en el televisor, y tratando de sobrellevar el tiempo. En un lugar tan lejano, sin hablar el idioma y esperando a que pasara la cuarentena. Hay que resaltar su gran sentido de responsabilidad porque podrían haberse salido y no lo hicieron.

Afortunadamente, no presentaron síntomas, tampoco requirieron oxígeno.

Ojo: Si hubieran requerido hospitalización el seguro de asistencia cubría todo, absolutamente todo

Es por ello que siempre les recomiendo, que aconsejen a sus pasajeros de la real importancia de adquirir un seguro de viaje. Saben que el costo es muy bajo por día y van cubiertos y protegidos perfectamente, no solo para el coronavirus sino para cualquier otra enfermedad y tipo de accidentes que puedan ocurrir.

Sí, ya sé, siempre que viajamos pensamos, creemos que no nos va a pasar nada… y es lo contrario… ¡nunca se sabe!

Cabe recordarles que el seguro de gastos médicos que se adquiere, aún internacional, sí pasa algo, las personas debemos cubrir los gastos en el destino y, mucha atención: cuando regresamos se reclama el reembolso sin ningún problema.

Y no olviden que en la mayoría de los casos, se tiene que garantizar en efectivo o con tarjeta de crédito la hospitalización. Y muchas veces el límite de crédito no alcanza para liquidarlo.
Viajar de forma segura es responsabilidad de un asesor profesional, sí, un buen agente de viajes. ¡Cada día hay más casos de COVID-19! Es necesario siempre llevar un seguro.

Quiero sugerirles, finalmente, que cuando ofrezcan a sus pasajeros que compren un seguro de asistencia, y este no lo acepte, pídanle firmar una carta de no aceptación. Eso es importante