Esto después de mantenerse en casa desde el 17 de marzo por la pandemia, así lo detalló el ministro del Interior, Christophe Castaner. Los ciudadanos galos pueden salir de sus hogares sin la necesidad de tramitar el permiso digital que se otorgaba para ir a comprar alimentos o recibir atención médica.

Este “descongelamiento” sigue un plan dividido en dos colores: verde y rojo, las zonas pertenecientes a la segunda categoría no pueden reabrir escuelas o restaurantes hasta principios de junio. Sin embargo, tienen la posibilidad de salir de sus casas siguiendo estrictos protocolos, como el uso de mascarilla y resguardar una distancia prudente.

El ministro añadió que aunque sabe que todos desean volver a la normalidad lo antes posible, este modelo permitirá lograr el equilibrio adecuado entre la reanudación indispensable de la economía y la necesidad de garantizar la seguridad de los franceses.

¿Qué pasará con París?

Si bien, ciudades como París, Calais, Strasbourg y Dijon han sido marcadas como “zonas rojas”, estas acciones permiten vislumbrar el fin de la tormenta.

A pesar de esto, las cámaras del Parlamento de Francia aprobaron el proyecto de Ley para extender el estado de emergencia sanitaria hasta el 10 de julio, lo cual desató polémica.

Y fue la Asamblea Nacional quien aprobó la prolongación del estado de emergencia después de que senadores y diputados llegaran a un acuerdo sobre este punto, que permite prolongar el confinamiento otros dos meses, para hacer frente a la epidemia del coronavirus.