En marzo, la Torre Eiffel celebró un aniversario más desde su inauguración en 1889. Este icónico monumento de París es uno de los más visitados del mundo y cuenta con una historia llena de datos interesantes. A continuación, te presentamos 10 curiosidades que quizás no conocías.

1. Fue criticada en su construcción. Cuando Gustave Eiffel diseñó la torre, muchos artistas y arquitectos la consideraron un «monstruo de hierro». Sin embargo, con el tiempo, se convirtió en el símbolo más emblemático de París.
2. Su altura varía según la temperatura. Debido a la dilatación térmica del hierro, la Torre Eiffel puede crecer hasta 15 cm en los días calurosos de verano y encogerse en invierno.
3. Iba a ser desmontada. La estructura fue pensada para durar sólo 20 años, pero su uso como antena de radio prolongó su vida útil y aseguró su permanencia en París.
4. Un faro ilumina la ciudad. Desde la cima de la torre, un potente faro proyecta haces de luz que pueden verse a decenas de kilómetros de distancia.
5. Fue el edificio más alto del mundo. Hasta 1930, cuando se construyó el Edificio Chrysler en Nueva York, la Torre Eiffel ostentó el título de la estructura más alta del planeta.
6. Pintura para su conservación. Cada siete años, la torre es repintada con 60 toneladas de pintura para protegerla de la corrosión.
7. Protagonista de eventos históricos. Durante la Segunda Guerra Mundial, los franceses cortaron los cables de los ascensores para evitar que los nazis la usaran.
8. Un restaurante con vistas inigualables. En su segundo nivel se encuentra el famoso restaurante «Le Jules Verne», que ofrece una de las mejores vistas de París.
9. Un color característico. La Torre Eiffel no siempre ha sido de color marrón. Ha tenido distintos tonos a lo largo de los años, incluyendo rojo y amarillo.
10. Más de 7 millones de visitantes al año. Es uno de los monumentos más visitados del mundo, con turistas de todas partes disfrutando de su impresionante vista y su historia.

Si estás planeando un viaje a París, la Torre Eiffel es una visita obligada. No solo por su imponente estructura, sino por toda la historia que resguarda y la magia que la rodea.