
El Arte de pedir ayuda
En una industria que proyecta éxito y felicidad constante, aceptar que a veces necesitamos de ayuda y apoyarnos en los demás puede marcar la diferencia entre agotarnos y salir adelante con fuerza.
En el turismo, como en la vida, el mundo se mueve a base de acciones de personas y el apoyo de otras. A veces por negocios, otras solo el deseo de responder a una necesidad. Pero, en realidad pedir ayuda nunca es fácil, y menos en un entorno donde la imagen lo es todo.
WhatsApp, Instagram, Facebook, Tik Tok, X… las benditas redes sociales, tan famosas en nuestra industria, nos obligan a siempre buscar proyectar una imagen de éxito, de “abundancia” y felicidad interminable… Pero detrás de las bellas imágenes con filtros, rostros sonrientes y los destinos de ensueño, muchas veces se esconden historias de agotamiento, incertidumbre y hasta tragedias personales.
Todos hoy podemos contar una historia sobre ello. El precio de sostener esa imagen puede ser alto, sobre todo cuando, en silencio, ¡llegamos al límite y no sabemos qué hacer y vemos que el año avanza a paso veloz y el día no dura ¡nada!
¿Quién no ha sentido alguna vez el peso de la pregunta: ¿Qué van a pensar de mí si pido ayuda? (Si les da pena pueden llamarlo delegar).
Vivimos en tribus urbanas, pero tribus al fin: equipo de trabajo, colegas, socios, proveedores y clientes con quienes formamos COMUNIDAD. En estas tribus surgen reglas, costumbres y hasta lenguajes propios, y aunque creemos conocer a todos, pocas veces nos detenemos a identificar a ese confidente, ese “salvavidas” vital que puede sostenernos cuando caemos. Porque al caer, caemos todos.
Personalmente pienso que la clave va más allá de la tendencia digital, de las imágenes increíbles que la IA puede crear, y millones de historias llenas de inspiración. Se trata de saber realmente a quienes nos rodean y, sobre todo, de permitir que nos conozcan a nosotros, con nuestras fortalezas y también con nuestras vulnerabilidades.
Nuestros clientes nos exigen mucho, apoyarse en la tribu no significa debilidad o falta de competencia, sino inteligencia. Ya viene el verano, si sientes que necesitas ayuda, recuerda: TÚ red de apoyo, TÚ comunidad, TÚ equipo, está ahí para sostenerte. Y si aún no la tienes, este es el mejor momento para construirla. En el mundo de los viajes, donde la hospitalidad es nuestra esencia, no olvides que el mayor acto de profesionalismo es cuidar de nosotros mismos y de quienes nos rodean.
Compartir nuestras cargas, el que necesitas apoyo y también tender la mano a quien lo pide nos hace mas fuertes y nos posiciona en el sector. Tuve oportunidad de asistir al Tianguis Turístico y compruebo que la grandeza del turismo no está solo en los destinos que mostramos al mundo, sino en la capacidad de ayudarnos, acompañarnos y sostenernos en el trayecto, de trabajar en COMUNIDAD.