#EspírituWanderlust

Algo que me parece muy atractivo al viajar a un nuevo destino es disfrutar la arquitectura del paisaje; las formas que se crean en diferentes edificios, casas, calles, callejones es algo que siempre resulta novedoso.

Con todo esto de la pandemia y el mundo cerrado por cuestiones de salud, la verdad es que he pensado mucho en esos destinos a los que siempre he querido ir y no tuve la oportunidad. Fue como un “si hubiera ido”; “ojalá hubiera aprovechado”.

Hace años que no toco una consola de videojuegos, me quedé en el Game Boy color rosa y el primer Play Station. Ya no seguí con todo lo que ha salido porque no lo vi necesario. A finales del año pasado, gracias a una amiga y a su mamá, pude adquirir un Nintendo Switch Lite, porque me dio curiosidad el dispositivo y porque hay juegos de mi “época” que podía volver a vivir... y bueno, me animé. Pero fue hasta el pasado 20 de marzo que de verdad agradecí haber hecho esta inversión, una de las mejores de mi vida, se los juro, no exagero.

Y todo se veía lejano, se veía distante. Preocupaba a ratos, pero después se disipaba entre pensamientos presentes o emociones alegres. Nunca lo pensamos cerca, nunca lo vimos venir tan fuerte. Un misterioso dragón que iniciaba en Wuhan parecía sólo eso, un ser mitológico oriental que no iba a llegar, que no iba a pegar. Y así fueron pasando los días, las noticias, los tuits, los memes. Así fue el enigmático ente creciendo y comiendo todo a su paso, pero seguía pareciendo un tanto lejano.

Puedes creer o no, pero lo que no se puede negar es que el tema OVNI causa mucha controversia alrededor del mundo. Las teorías sobre su existencia son muchas, al igual que la cantidad de videos de presuntos “avistamientos”. En lo particular esto me genera mucha curiosidad, y sí creo que no estamos solos en este universo y por eso es que investigue algunos de los mejores lugares para un “encuentro” con seres fuera de este planeta.