En alianza con Bodega De Martino, LATAM Airlines preparó una cata de vinos en su hangar en la Ciudad de México a bordo de su Boeing 787-9 Dreamliner, para conocer los pormenores del avión, su funcionamiento y las nuevas características que lo diferencian de sus antecesores, ya que es una versión más grande que el 787-8 y uno de los más modernos de la industria.

Esta aeronave opera de forma regular tres de las siete frecuencias semanales de su ruta directa que conecta al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) con Santiago de Chile. Y en tal presentación, los invitados tuvieron la oportunidad de disfrutar las amenidades de la clase Premium Business.

Este equipo de última generación tiene 220 asientos Economy, 54 Economy Plus y 30 asientos en Premium Business; en esta última, los asientos son full flat 100 por ciento horizontal, con un ottoman (reposa pies) incorporado, un sistema de memoria que graba la posición del asiento que el usuario elija, además de masaje lumbar, que aumenta la sensación de descanso de sus pasajeros.

En cuanto a la clase Economy, los asientos, que son ergonómicos reclinables, cuentan con un reposa-cabeza con cuatro ajustes, facilitando el descanso de los pasajeros y con una pantalla de alta resolución, además de conexiones USB y enchufes para poder cargar dispositivos electrónicos.

Además, es un avión que ofrece un ahorro de combustible de hasta 20 por ciento más en comparación con la última generación de aeronaves, alineándolo así a las iniciativas del grupo en pro de la sostenibilidad.

LATAM comenzó a volar comercialmente el Boeing 787-9 en abril de 2015 desde Santiago a Lima y a Los Ángeles, convirtiéndose en la primera aerolínea de Latinoamérica en operar este avión.