Yvette Vinay, Directora General de Viajes Barraza
Texto: Bibiana Saucedo
Nació en Durango, y su padre en Francia y cuando ella tenía 17 años viajó con él a conocer a la familia francesa “Estuvimos tres meses en Los Alpes donde vivían. En ese viaje tuvimos la oportunidad de visitar Italia y Suiza, yo iba emocionada haciendo itinerarios, contando los kilómetros entre ciudades que visitábamos, absorbiendo todo absolutamente todo, desde ahí supe que inició mi amor por esta profesión, llegué y decidí estudiar turismo”, nos dice eufórica Yvette Vinay, directora general de Viajes Barraza.
Así que, su aventura dio inicio cuando apenas tenía 21 años trabajando para Wagons Lits Viajes Durango, donde estuvo seis años, “Y desde entonces quise ser siempre agente de viajes. Cuando me salí de aquí, y por ser Durango un lugar tan pequeño, sólo había dos agencias de viajes. La otra era Viajes Barraza y no era IATA, no me convenció, era muy pequeñita y la comandaban dos señoras pero una de ellas me dijo que pronto se saldría de ahí para irse a trabajar a otro lado y que me darían la gerencia general, entonces me dije, de aquí soy”.
Acertada decisión, ella con su experiencia logró de inmediato convertir a esta empresa en IATA. Y hoy es un icono de Durango, su tesón y profesionalismo ha sido fundamental para consolidarse como una de las mejores. “Poco tiempo después tuve la oportunidad de comprar la agencia, colocar a mi gente y me quedé con el nombre de Viajes Barraza, porque ya era conocido, la compañía tiene 43 años desde su creación”.
Ella ha logrado esquivar tiempos muy difíciles, primero la pérdida del boletaje del único vuelo que llegaba directo a Durango, luego las devaluaciones, y la pandemia. Pero su espíritu de lucha, nunca cayó, se mantuvo de pie como toda una guerrera sin tomar riesgos y con cautela.
Hoy Viajes Barraza es conocida por su excelencia en el servicio, vende todo tipo de viajes personalizados a cualquier lugar que soliciten sus clientes.
Es miembro activo de La Asociación Mexicana de Agencias de Viajes de Durango y desde luego de La Metro desde hace mucho tiempo.
Su pasión es viajar, pero hoy en día ya lo puede hacer con tranquilidad y escoger sus destinos cuándo y cómo quiera. Nos dice que su mayor inspiración en la vida es y siempre ha sido su padre. “Él luchó mucho por vivir, estuvo en un campo de concentración, no era judío pero por ser habitante de un pueblo frontera con Italia, los alemanes lo invadieron en 1944 y se lo llevaron a él y a mi abuelo a diferentes campos. Sufrió horrores. Sobrevivió valientemente. De hecho, tiene un diario que algún día te lo compartiré”, me comenta, con la voz entrecortada y un nudo en la garganta.
Al igual que su padre, Yvette Vinay es una gladiadora. Hoy en día puede hacer lo que quiera y disfrutar la vida como lo desee. Ha luchado mucho por ello. “Mi padre era perfecto. Con una paz, que desafortunadamente no le heredé, aunque sí muchas otras cosas. Gozo cada uno de los momentos».
Ama profundamente su trabajo, su mayor placer es hacer felices a sus clientes. Es una adorada. “No me veo en otro lugar que no sea hacer esto”.
Por ese amor y pasión por este sector, con 45 años dedicados a esta fascinante industria… Rendimos hoy un merecido homenaje a su ardua lucha y trayectoria, y la nombramos como una gran PROMOTORADE TURISMO…
¡MUCHAS FELICIDADES, YVETTE VINAY!