Viajar por el mundo en estos tiempos, por Rafael Aponte
Sin duda, viajar y descubrir lugares es una experiencia ancestral inherente al espíritu de supervivencia del ser humano desde hace siglos pero que sólo unos pocos podían vivir. Con el paso del tiempo, hemos adaptado y transformado las formas y medios difíciles de concebir hace apenas 80 o 70 años. Sin embargo, ese viejo espíritu aventurero lo seguimos llevando en nuestra esencia, lo que nos ha permitido romper cualquier frontera, abrir rutas, conocer gente, aprender culturas, degustar sabores, contemplar paisajes, comprar y vender o, simplemente, regresar a ese lugar que hemos hecho nuestro por diversas razones.
Viajar es un verbo que ya forma parte de nuestra vida, es tan repetido y conjugado como sentir, amar, comer y claro trabajar. Pero casi siempre que lo mencionamos es con una sonrisa o un gran recuerdo. Hoy día, tenemos a nuestra disposición, y gracias a la tecnología, muchas formas de elegir a dónde, cómo, cuándo y hasta con quién viajar, además de poder compartir experiencias en tiempo real si así lo deseamos, y seguramente poder inspirar a alguien a visitar un maravilloso destino.
En la actualidad, millones de personas en todo el mundo emprenden viajes por diversos motivos; y los turistas actuales también son cada vez más conscientes y prácticos al momento de elegir un destino, el cómo llegar, dónde hospedarse y por supuesto qué hacer. Además de la forma de hacerlo responsablemente, siendo conscientes del medio ambiente, del trabajo de la gente y sus condiciones de vida para así convertirse en un eslabón vital que colabore y practique un turismo sustentable.
El turismo en México representa una gran fuente de desarrollo y oportunidad de prosperidad. Es generadora de empleos directos, contribuye al crecimiento de la economía y ofrece una amplia gama de productos gracias a la magnífica diversidad cultural y riqueza natural con servicios de calidad para todo tipo de viajero.
Aquí, el turismo sustentable se practica desde los años noventa, pero es en la última década cuando surgió de manera consensuada y coordinada en lo ambiental, lo social y lo económico, involucrando a las comunidades locales de forma directa con consciencia y capacitación adecuada para hacerlos partícipes de los beneficios.
El viajero actual busca
Ser parte integral del turismo sustentable, está dispuesto a colaborar con sencillas prácticas que ayudan al medio ambiente y el ahorro de energía y recursos para así disfrutar experiencias diferentes. Estas prácticas pueden ir desde el cambio de toallas y sábanas hasta el uso de transportes no motorizados, el consumo de productos locales, que algunos hoteles ya cosechan algunos de sus alimentos, volar largas distancias pagando la tarifa de CO2 y ser consciente de las especies en peligro de extinción y el maltrato de animales. En fin, hay muchas formas en que el viajero sustentable puede colaborar y no sólo en nuestro país sino también en muchos otros que han legislado y certificado destinos y prestadores de servicios responsables con el medio ambiente.
La tecnología juega un papel muy importante, ya que permite el uso de energías alternativas a gran escala que, combinadas con un buen mantenimiento de instalaciones y uso de materias primas amigables, permite a los prestadores de servicios ir mas allá y aportar su granito de arena para que el turismo también ayude a combatir el cambio climático.
Los medios digitales son hoy en día los grandes canales para comunicar y promocionar el turismo sustentable, y son los mismos viajeros quienes comparten sus experiencias y testimonios para que pueda difundirse orgánicamente, que en muchos casos, es la estrategia que buscan los destinos.
Los invito a crear más consciencia tanto como prestadores de servicios y viajeros sobre el cuidado de nuestro medio ambiente y el impulso al turismo sustentable como una gran opción que cada vez es más apreciada, buscada y tiene una tendencia incremental. Seamos partícipes y continuemos ofreciendo alternativas diferentes para todos esos viajeros con espíritu aventurero.
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