La preocupación por las amenazas de la delincuencia organizada, ataques terroristas o riesgos para la salud son algunas razones para no tomar unas vacaciones de verano en este año. No son muy buenas razones, pero al fin y al cabo, razones. Acapulco, durante mucho tiempo el destino favorito para los chilangos, es ahora la ciudad más violenta de México, e incluso si no lo fuera, con los manifestantes que cierran carreteras prácticamente cada dos días, un simple viaje puede parecer casi imposible.

Entonces, ¿qué otros lugares hay? La Secretaría de Turismo no tiene como función alertarnos sobre los peligros cuando viajamos en México, pero los Estados Unidos, Canadá y otros gobiernos asesoran a sus ciudadanos a «tener precaución» en muchas partes de nuestro país, invitándolos a no visitar Coahuila aunque Campeche sí les es considerado como seguro. En México, el Secretario de Relaciones Exteriores sugiere que tengamos cuidado en Turquía, Egipto o Francia. No se hace mención de los Estados Unidos donde hubo 200 matanzas masivas el año pasado. La tasa de homicidios en Saint Louis, Nueva Orleans o Washington parece rivalizar con la de Acapulco de acuerdo con Black Label Marketing, que cuenta con una página web «howsafeismexico.com». El sitio proclama que los turistas están más seguros en la mayoría de las zonas turísticas de México de lo que estarían en muchas ciudades norteamericanas. Black Label Marketing es una empresa especializada en la promoción de los destinos de viaje. Esto no quiere decir que nos estén mintiendo.

Hay estadísticas alentadoras que son fáciles de encontrar. Mi favorita es la emitida por Global Research, que anunció que es nueve veces más probable que un ciudadano de EE.UU. sea asesinado por un oficial de policía que por un terrorista. Tal vez la mejor noticia es que a la mayoría de los turistas esto no les asusta lo suficiente para quedarse en casa. Intenta reservar una habitación en Acapulco durante julio y verás lo que trato de decir. Y México espera atraer a un número récord de viajeros internacionales este año.

En todo el mundo, la situación parece ser la misma. La Oficina de Visitantes y Convenciones de París (parisinfo.com) indica que durante esta primavera el ataque terrorista de noviembre pasado en gran medida ha sido olvidado. Después de los atentados de Londres en los que murieron 52 personas, el número de personas que visitan el Reino Unido no se redujo, según las estadísticas oficiales. Los que sí sufren, sin embargo, son los que desearían viajar a Túnez y el resto del Norte de África. Pero en Europa hay otras preocupaciones que frenan el turismo, especialmente el flujo de refugiados que llegan de Siria. A los turistas mexicanos les preocupa más la disminución del valor del peso. No es tanto el temor al terrorismo como la preocupación de que los viajes internacionales se han vuelto demasiado caros.

El miedo al crimen debe mantener a la gente en casa mucho más de lo que lo hace. Los turistas son víctimas potenciales por muchas razones. Considera el número de personas que llegan a un aeropuerto, con sus posesiones preciadas en su equipaje y todas sus tarjetas de crédito en una cartera o bolso. El temor a los carteristas debe ser una buena razón para no ir muy lejos de casa. Por lo general, aprendemos acerca de estos peligros de amigos que han sido sus víctimas. Artículos en periódicos rara vez entran en muchos detalles sobre el horror de ser abandonados a su suerte en el extranjero sin pasaporte o dinero. El turismo es una industria demasiado importante para ser mancillada. Y aquí ni siquiera hemos mirado los inconvenientes sanitarios de los viajes.

¿Qué hacer? Los tímidos nunca deben salir de la cama. El valiente simplemente tiene que intentar no ser tonto. Los tiburones atacan con más frecuencia que los terroristas y somos más propensos a sufrir lesiones al caer por las escaleras que por la mordida de un tiburón. El crimen organizado en México no se dirige a los turistas, aunque aquellos que buscan drogas ilegales podrían quedar atrapados en alguna disputa mortal.

Mantenerse saludable es sobre todo una cuestión de sentido común y de evitar la comida que se vende al aire libre en las calles. Mi consejo es que te prepares para lo peor que te podría suceder, eso casi es una garantía de que no te va a pasar.