El bellísimo e inigualable Puente de Carlos, en Praga, fue el escenario perfecto para que cientos y cientos de ciudadanos checos celebraran el fin del confinamiento en este país.

Se sentaron en una mesa de 500 metros de largo, que lucía majestuosa en el representativo Puente de Carlos, en donde las personas se reunieron para festejar la apertura no sólo de las fronteras de la Unión Europea, sino de toda la República Checa.

Bajo la premisa: ‘La mesa está puesta’, evento organizado por la agrupación ciudadana Piána na ulici (Pianos en las calles) y el ayuntamiento de la capital checa, una gran cantidad de invitados se dieron cita, llevando su propia cena.

La convocatoria fue a través de la web Goout.cz. Y pudieron asistir quienes hicieron con anticipación su reservación… eso sí, cada quien llevó comida. Llegaron con baguettes, pasteles, crema de huevo, canapés, entre otras muchas delicias.

“Con esto queremos mandar la señal de que aquí volvemos a vivir, y que damos la bienvenida de nuevo a todos aquellos que visiten Praga», dijo Petr Hejma, alcalde del primer distrito de esta capital, en un acto enternecedor.

Cabe destacar que de acuerdo a cifras ofrecidas por el gobierno, la situación es estable en la capital checa, uno de los principales atractivos turísticos del país.

La República Checa, con 11 millones de habitantes, es uno de los países de la UE que mejor ha gestionado la pandemia: con poco más de 11 mil casos y 348 fallecidos.

Y… hoy ¡está abierta a todo el turismo!