Algunos países europeos han reforzados sus medidas de sanidad ante el temor de una segunda ola de contagios de COVID-19. Por ejemplo, París amplió el rango de las zonas en las que el uso de cubrebocas es obligatorio.

«El COVID-19 en (la región parisina) Ile-de-France se había desacelerado después de terminar el confinamiento, pero, desde mediados de julio, todos los indicadores muestran que el virus se ha vuelto a hacer presente nuevamente de manera más activa en la región: cerca de 600 personas dan positivo todos los días en los test de coronavirus que se aplican», dijo la alcaldía al justificar la medida.

Por su parte, Reino Unido mantiene una exclusiva lista de países que pueden ingresar a su territorio sin realizar pruebas o cuarentenas, entre la cual no está Francia o España, pero sí Chipre, República Checa, Dinamarca, Estonia, Finlandia, Alemania, Grecia Hungría, Islandia, Irlanda, Italia, Letonia, Liechtenstein, Lituania, Noruega, Polonia, Portugal, San Marino, Eslovaquia, Eslovenia y Suiza.

Por su parte, España prohibió fumar en la calle, salvo si se puede mantener una distancia de seguridad de dos metros. También se volverán a cerrar discotecas, bares nocturnos y salones de bailes.

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