Reflexionando sobre el «Tú échale ganas»
Por Ricardo Romero
Una encuesta de OCC reveló que el 38 % de los trabajadores experimentaron una mejora en su situación laboral en 2023, mientras que el 29 % aún espera mejores ofertas. En este contexto, el consejo de “¡échale ganas!” resuena con fuerza, pero ¿realmente aporta valor cuando alguien enfrenta un desafío serio? Sí, ese consejo que muchos de los mexicanos hemos recibido.
Las generaciones pasadas, como los Baby-Boomers, valoraban la estabilidad laboral, mientras que los Millenials y Centennials buscan la satisfacción personal: “Hacer lo que me gusta, lo que me llena” y la realización, “monetizar” en lo que hacen. Para muchos de ellos, el desarrollo personal y la exploración de pasiones toman prioridad sobre la obtención de un empleo seguro o la construcción de una familia tradicional. “Estudiar, casarme, tener casa e hijos” actualmente son temas que pueden o no interesarles. Este cambio de enfoque genera frustraciones o un choque cultural en las generaciones anteriores, quienes anhelan cumplir con roles clásicos familiares pero el mundo actual y la sociedad hoy tienen una visión distinta.
Sin embargo, el verdadero sentido de «echarle ganas» se manifiesta cuando sabemos lo que queremos. Ya sea aspirar a un nuevo puesto o emprender un negocio, es fundamental tener un plan claro. La clave está en conocerse a uno mismo: identifica tus habilidades, descubre tus pasiones y reconoce tus áreas de mejora, siempre se puede ser mejor. La autoexploración y la toma de decisiones informadas pueden marcar la diferencia entre el éxito y el fracaso.
Alguna vez te ha pasado que tienes una “corazonada” o piensas “esto no me late” esa es tu intuición, escúchala pues es la guía para alinear tus emociones y experiencias. Habrá quien te diga que ahorres, dejes tu actividad actual y te dediques de lleno a lo nuevo, viviendo de tus ahorros.
Yo te sugiero que, antes de llegar al punto de dedicarte al 100 % a tu nueva actividad, no descuides lo que estás haciendo hoy, ni siquiera un poco. El camino que estás emprendiendo está lleno de emociones, de posibilidades de éxito y también de pequeños y grandes obstáculos. Eso sí, en el momento en que no puedas atender tu nuevo emprendimiento en tus horas libres, sé un profesional y di adiós a tu actual empresa. Ésta merece tu 100 %.
Y cuando llegue ese momento de dedicar tu vida profesional a la actividad que has seleccionado para que sea tu profesión, entonces sí…
¡ÉCHALE TODAS TUS GANAS!
Si estás considerando un cambio, realiza una investigación de mercado, busca asesorías y establece un plan sólido. Es crucial no descuidar tu situación actual mientras trabajas en tu nueva aventura. La preparación y el entendimiento de lo que realmente deseas son pasos esenciales para avanzar en este mundo laboral cambiante.