La costa Este canadiense no sólo tiene acento francés, también huele a mar. Entre los atractivos de la provincia de Quebec están las actividades marítimas, que ofrecen al viajero ávido de paisajes naturales sobrecogedores la oportunidad de navegar y contemplar el Océano Atlántico y descubrir su fauna diversa, así como practicar deportes de agua, hacer excursiones y explorar esas tierras que muchos navegantes hurgarán en busca de aventuras. Combina la buena comida, la vida tranquila y hazte a la mar.

Avistamiento de ballenas
Esta región de Quebec es el hogar de más de 13 especies de cetáceos, es uno de los lugares más bellos para observar ballenas. Lánzate mar adentro en un crucero especializado o, si eres más extremo, en kayak para ver de tú a tú a las ballenas más largas del mundo: las azules, o los saltos de las impresionantes ballenas jorobadas con el fiordo Sanguenay. Pero esta experiencia también la puedes hacer por tierra. Empieza en la región de Bas-Saint-Laurent y sigue la ruta 132, que va del área de Kamouraka a Gaspé, la cual atraviesa la famosa roca de Perce y va a lo largo de una impresionante carretera por la costa. El espectáculo es conmovedor.

Sigue el rumor del río
No hay mejor forma de conocer una región que recorriéndola. Las regiones marítimas de Quebec también tienen su experiencia paralela y sumamente gozosa: los road trips por los confines del río San Lorenzo. Tómate por lo menos tres días, aunque te recomendamos siete para pueblear de La Pocatière a Tadoussac. El viaje más corto, para que valga la pena, es de 110 kilómetros, pero una vez que vivas los colores otoñales y las actividades acuáticas querrás extender tu itinerario y explorar los más de 500 kilómetros de costa, y no sólo eso: podrás conectar entre las islas a través de la red de transbordadores que conectan toda la región. Complementa tu aventura por tierra con una escapada en ferri para que conozcas todas las caras del río San Lorenzo. ¿Por dónde empezar? ¡Qué importa! Estas rutas pueden explorarse en cualquier dirección.