La llegada de la pandemia vino con mucha imaginación. Prueba de ello es la nueva exposición en el Museo Nacional de Praga, de nada más y nada menos que: cubrebocas.

Sin duda, éste ha sido y seguirá siendo el objeto más utilizado en los últimos meses, por lo que el museo decidió darle un espacio en sus salas.

“Si queremos dejar un legado para futuras generaciones, esta colección dice cosas positivas sobre nosotros. Como nación, somos capaces de enfrentar un reto de una forma eficaz y mantenernos unidos. Las mascarillas son expresiones claras de eso”, comentó la portavoz del Museo Nacional, Lenka Bouckova.

De acuerdo con Reuters, algunas fueron creadas por diseñadores de moda, otras son obras caseras. Una de ellas, por ejemplo, la elaboró un niño autista de 15 años y pintó un mapa de la red de transporte público de Praga