“El coronavirus ha causado muchas muertes. No distingue entre religiones, países, naciones ni continentes. El peligro se cierne sobre todos y como tal, la responsabilidad recae en nosotros, sobre todos y cada uno de nosotros”, mencionó Moshe Lion, el alcalde de Jerusalén, quien tomó la iniciativa de reunir a los líderes religiosos de Jerusalén y del Estado de Israel para llevar a cabo una ceremonia en la que orarían por la salud mundial.

Sin duda un acto de solidaridad que no mezcla preferencias de religiones, pues a pesar de las diferencias e ideologías por las que se rige Israel, aquí mostraron que en los tiempos más difíciles, todos somos uno; sin distinción entre países, religiones o creencias.

Todas las oraciones se enfocaron en pedir por la salud de aquellos enfermos que han sido contagiados por la actual pandemia, y sobre todo para mantener la esperanza de que el coronavirus llegue pronto a su fin_y con ello venga la paz y tranquilidad para el mundo.

En esta reunión formaron parte el Rabino Jefe Sefardí de Jerusalén, Shlomo Moshe Amar, y el Rabino Jefe Ashkenazi de Jerusalén, Aryeh Stern; Druze Sheikh Muafek Tarif; el Tercer Patriarca de Theopulus, el actual Patriarca en funciones, Pierbattista Pizzballa, y el Patriarca Armenio, Noran, el Kostos Francisco Beaton; Sheikh Muhammad Kevan y Sheikh Attel Back.