
Dejar crecer cizaña
A veces, a pesar de que hacemos todo bien, las cosas pueden salir aparentemente mal. Es fácil pasarse la vida preocupado por el futuro y frustrado porque un sueño toma mucho tiempo o sufrir porque alguien me hizo daño, tal vez me engañaron en un negocio, puse mi mejor esfuerzo en el trabajo y me despidieron de todas formas; le entregué mi amor a una persona y me traicionó; o los exámenes médicos dieron un resultado negativo.
Las dificultades y tropiezos son parte integral de la vida. Pero todo está bien, sé que estas cosas me preparan para un futuro mejor.
Me debo repetir que todo está bien cuando me encuentro en la cima o cuando me veo en el valle; asimismo si mi oración es escuchada y también si no lo es; nada me puede apartar de mi destino. Cuando sabemos que todo está bien, él creador hará que pasen cosas que no pensábamos posibles; si estoy desanimado, molesto, estresado, si lucho en mi matrimonio o si el informe médico no es bueno, “todo está bien”.
Hacer las cosas lo mejor posible no significa no tener dificultades, podemos alcanzar nuestro destino a pesar de situaciones injustas o gente haciéndonos daño; pero el enemigo no estaría atacándonos si no supiera que hay algo maravilloso en nuestro futuro, puedo decir “todo está bien” y estar convencido que algo grande viene.
A veces tenemos complicaciones, no porque hagamos perversidades, sino porque hicimos algo bueno. Jesús contó una parábola: una persona sembró una semilla buena en su campo, por la noche vino un enemigo y sembró cizaña al lado; al llegar la cosecha, la mala hierba brotó junto al trigo… Así que no debo sorprenderme si hay entre mi trigo, porque no es que yo hiciera algo malo. He sido leal a esta empresa cinco años, ¿cómo pueden tratarme así?; crié bien a mi hijo y se ha desviado; los gastos médicos me tienen asfixiado y mi negocio decrece son “sólo cizaña” y es la señal de que algo grande viene; porque de hecho suele crecer justo antes de la cosecha…
Estoy perdiendo la vista y me despreció quien creía mi amigo, pero tranquilo, “es sólo cizaña”; la cosecha está por salir y por eso surgió.
En vez de derrumbarme debo decir: “Es sólo mala hierba, yo no la planté y no tengo por qué recogerla”. Si pierdo el trabajo, si quien creía mi amigo me da la espalda, si el informe médico de mi vista salió inesperado, diré: “Es sólo cizaña y no puede detenerme, tengo la fuerza más poderosa del universo soplando en mi favor”. Si un negocio resulta un estrago, si me encuentro al amigo que me negó, diré: “Hmm! La cizaña no la necesito para alcanzar mi destino”. No debo pasar la vida intentando erradicar ese pequeño detalle con mis propias fuerzas, ya que no podré hacerlo y me frustraré.
Tengo dificultades en mi vida y luchas constantes, pero sé que en el tiempo correcto Dios se encargará de mí; hasta entonces me relajaré y trataré de disfrutar mi vida, con cizaña alrededor. Incluso a veces nos da la fuerza o motivación para avanzar; David no habría llegado al trono sin Goliat y jamás habríamos logrado un objetivo si no hubiéramos luchado mucho en el camino. Hay situaciones difíciles en la vida de todos, no sabemos de dónde vienen, pero no nos desanimemos, sigamos avanzando.
Cuando la situación no se vea bien o no alcances tu sueño, toma una decisión y di: “Todo está bien, es sólo cizaña”, no significa ser sólo positivo, estarás profetizando tu futuro. Y es fácil decir: “Esto no se puede mejorar”, pero resulta que sólo se profetiza derrota; mejor usemos nuestras palabras para augurar el triunfo. Todos perdimos un ser amado, todos tenemos problemas de salud y todos a menudo estamos en sequía, pero Dios aún sigue en el trono y sabemos que la abundancia de lluvia viene, y estas dificultades son sólo cizaña.