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Acércate a los… dinosaurios en México

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Ya sea por su apariencia, su tamaño colosal o los enormes dientes de algunos, los dinosaurios siguen fascinando a la gente aun después de haber desaparecido hace millones de años. Hay lugares donde fanáticos pueden asistir para aprender más sobre cómo vivían e interactuaban, y México no se queda atrás en cuanto a ellos.

Aquí te compartimos algunos lugares que te fascinará conocer:

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Coahuila

El Museo del Desierto se encuentra más específicamente en la ciudad de Saltillo, y busca que sus visitantes dejen de ver al desierto como un ecosistema muerto y solitario, y que, al contrario, conozcan la rica fauna y flora originarias de la entidad.

Entre sus principales atracciones están las replicas de fósiles encontrados en este estado, así como talleres para los más pequeños, quienes se sentirán como paleontólogos al investigar sobre estos gigantes que dominaron el mundo en la prehistoria. Además, ¿sabías que Coahuila ha sido nombrado “Tierra de dinosaurios”. Esta promulgación permite al destino a promover la investigación de estos seres.

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Monterrey

En esta ciudad podrás admirar el animal jurásico más aterrador del mar. Nos referimos al Monstruo de Aramberri, ser que podía superar los 18 metros de largo y cuyos colmillos eran del mismo tamaño que el brazo de un niño de 10 años.

Se encuentra en el Museo Papalote Museo del Niño Monterrey, y se trata de una réplica exacta, del mismo tamaño, de este ser que habitó en esta región.

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Ciudad de México

El Museo de Geología, ubicado en Santa María la Ribera, tiene una sala dedicada únicamente a la Paleontología. Se exhiben fósiles de invertebrados y vertebrados, y sigue un orden cronológico de los periodos del Paleozoico, Mesozoico y Cenozoico. Además, este recinto tiene el esqueleto completo de un mamut.

Otro lugar para los fanáticos de los dinosaurios es el Museo de Historia Natural y Cultura Ambiental en la segunda sección del Bosque de Chapultepec. Aquí encontrarás fósiles de un Diplodocus, especie que se caracteriza por su cuello largo y su dieta herbívora.


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