
Diego Ontañón, Subdirector de Sierra Madre Operadora
Vaya que este hombre tiene su historia.
Con una exitosa trayectoria, fortaleza, inteligencia y franqueza. Él es un gran ícono de esta industria, indudablemente. Es un placer entrevistarlo, es pura sinceridad y sabiduría.
Con una carrera de cuatro décadas, nos muestra porqué es un líder, sí, esDiego Ontañón, subdirector de Sierra Madre Operadora, uno de mis españoles favoritos.“Vamos estupendamente bien, estamos contentos, el año pasado tuvimos un año histórico con crecimientos de tres cifras que no eran esperados, creo que es la recompensa a un trabajo muy duro”, nos dice contundente al permitirnos entrar a su mundo, a su muy peculiar estilo, su intrépido sentido y percepción de la industria. Conocimos un poco más al hombre sincero detrás del exitoso profesional.
“Hace 10 años, en el 2014, llegué a Sierra Madre Operadora con mi mochila cargada de sueños, con experiencia buena y no tan buena, pero sobre todo con la moral inquebrantable y, con la esperanza intacta, sabiendo que había un camino por recorrer. Tuve la fortuna de encontrarme con mi socio y amigo, Miguel, supimos encajar y no paramos de trabajar. Y aquí estamos, cada uno en su respectiva área. Con la matriz en Monterrey y dos sucursales: una en Guadalajara y otra en Ciudad de México. Éramos nueve en el 2014 y hoy somos 75”.
Destacó que cerrarán el año muy bien: “Crecimos una burrada afortunadamente, tan sólo en México movimos más de 90 mil pasajeros, nada más en el turismo nacional y, sin una sola reclamación. Este también va excepcional”.
En cuanto a planes futuros, Ontañón subrayó que en tecnología están a punto de dar un salto enorme: “Estamos muy cerca de la autogestión, es decir, que la agencia de viajes pueda hacer todo en nuestro sistema, no sólo la reserva, ni la emisión de los documentos, sino que pueda auto facturarse. Que no dependan de un call center para hacer su trabajo, optimizar sut iempo, porque cada vez tenemos más claro que: tú puedes comprar muchas cosas, pero lo único que no, es el tiempo”.
Asimismo, nos da una primicia: “Lo diré aquí brevemente, aunque después haremos mucho más ruido. Tenemos un nuevo tour operador llamado de Costa a Costa, propio que nace en Madrid, que va a tener dos vertientes, una de turismo latino y otra de sajón, totalmente separada, con socios incluso en Australia y Nueva Zelanda. Empieza a operar en el mes de marzo de 2026”.
Comentó que su oficina de Ciudad de México cumplió dos años: “Llevamos ese tiempo de aprender, le tenemos mucho respeto a la capital, tal vez porque aquí empecé en mi ámbito profesional.
Necesitábamos entender este lugar, reconocer y respetar a los grandes tour operadores que están aquí y, que son verdaderos profesionales, para buscar nosotros nuestro sitio. Logrando cosas diferentes, sobre todo cercanía con los agentes de viajes, con productos excelentes de calidad-precio y, asegurándoles que les brindamos excelencia en el servicio”.
Detalló que son sumamente cuidadosos con lo que ofrecen y que en esta oficina recientemente se ha incorporado Abraham Pérez. “Sí, alguien nuestro, hecho en casa como digo yo, criado por mí, que ha viajado conmigo, que ha estado a mi lado, que ha mamado la misma leche, que entiende perfectamente cuál es la idiosincrasia de nuestra compañía. Y que tiene muy claro a dónde y cómo queremos llegar”.
Asimismo, señaló su deseo próximo en su oficina de Ciudad de México: “Queremos dar a los agentes de viajes seminarios no sólo de ventas y de productos, sino también de inteligencia emocional, y de cómo poder entender a tu cliente para optimizarlo. Incluso cursos de geografía turística internacional de Europa y de México, del cual hay muchas cosas que no conocemos”.
Visión, trabajo y una sensibilidad única, son algunas de las palabras con las que podría definir a Diego, por ello, su equipo es muy importante: “Somos un negocio humanista, mi equipo sabe que cuenta conmigo y con Miguel siempre, queremos que la gente que trabaja con nosotros esté contenta, que tenga esa gran sensación de hacer lo que le gusta, de luchar par a par. No somos una compañía ostentosa, no tenemos ni grandes casas, ni autos de lujo, nos gusta disfrutar claro que sí, de la vida, pero lo que queremos es tener una empresa sana. No vendemos falsas expectativas, somos fieles a los agentes de viajes, quienes son muy importantes para nosotros”.
La especialidad de esta operadora son los circuitos por Europa y además venden un importante producto por México. Aunque claro, ellos ofrecen viajes alrededor del mundo: “De hecho, los diseñamos al gusto de lo que nos pidan los clientes. Pero Europa es lo que hacemos extremadamente bien con nuestras salidas garantizadas desde la Ciudad de México, Guadalajara y Monterrey, y actualmente desde Los Ángeles. Somos el primer distribuidor de Viva en el norte de la República y ahora estamos integrando a otros partners para poder seguir creciendo en esta ciudad y en la capital de Jalisco, en donde lo reconocemos con humildad, tenemos un reto, pero vamos por ello. Incluso lo teníamos hace 10 años en Monterrey y lo logramos. Y como decía Walt Disney: ‘Si lo puedes pensar, lo puedes hacer'».
A pesar de tantos años en México, Diego Ontañón, no deja su tono al hablar, tan español, yo diría que es porque ama su patria como ninguna otra y eso le recuerda de donde viene. Aunque claro, se dice también hijo de México, y nos aclara que ama este país que lo vio hacerse un profesional, establecerse y ser sumamente feliz.
Su historia es fascinante. Nació en España cuando gobernaba Franco. Sí, aquel tirano español, que instauró una férrea dictadura. “Empecé en el turismo a los 15 años. Recibí una educación muy severa, fui el pequeño de cinco hermanos. Me tocó esa etapa de transición entre el franquismo y la democracia. Fui el guía de turistas más joven que había en aquel entonces en España. Con 19 años hice mi primer circuito, recorrí más de medio millón de kilómetros en autobús por el continente europeo. Llevaba grupos de mexicanos y argentinos, eso me trajo aquí. Pero Europa siempre guarda un lugar muy especial en mi corazón”.
Esto es para entender cómo un joven apasionado por los viajes, que visitaba el aeropuerto sólo para ver aviones, trabajo férreamente y el resultado fue una carrera que cambió para siempre su vida. “Yo sólo puedo hablar bien de esta industria, porque me ha dado todo, sí mucho trabajo, pero soy muy feliz”.
Ama profundamente su vida personal, su familia está compuesta por Gaby, su linda esposa, y de la cual nos confiesa sentirse profundamente enamorado, tanto como el primer día o más. Y sus cuatro hijos. Dos producto de su primer matrimonio. Uno es médico infectólogo, otro abogado y uno más que está en Bilbao estudiando dos carreras. “Y el más pequeño de 16 años que vive con nosotros”.
Su país favorito es México, y le fascina la comida mexicana y hasta prepararla. Pero lo mismo goza comer en el puesto chiquito que en un buen restaurante. Aunque nos reveló que su ciudad predilecta es Londres, porque lo visitó por primera vez con su papá y eso nunca lo puede olvidar. Le fascina viajar y se considera un buen amigo. Es sentimental y llorón pero también muy bromista. Le encanta leer y disfrutar de un buen tequila y vino tinto.
Se despide de nosotros enviando un mensaje a sus adorados agentes de viajes: “No escuchen las voces que dicen que ustedes van a desaparecer. Todo lo contrario, hoy estamos con la oportunidad más grande. Lo que sí tenemos que hacer es prepararnos, capacitarnos, fortalecernos y creernos que somos igual de profesionales o más que cualquier otra de las profesiones que hay en este mundo. Tenemos que estar muy orgullosos de lo que somos, porque hacemos felices a mucha gente, a veces, sin darnos cuenta”.