
Québec: 6 experiencias invernales que no vas a olvidar
En Quebec, la historia, la arquitectura y la cultura se combinan para ofrecer algo único. Hay mucho qué hacer, desde recorrer sus calles adoquinadas, admirar sus casas de piedra y disfrutar de las vistas desde el Cabo Diamante, hasta visitar los festivales que se celebran durante todo el año.
Esta ciudad ofrece opciones para todos los gustos: desde familias con niños hasta parejas aventureras, tanto para quienes saben esquiar como para quienes quieren probar algo por primera vez.
En invierno la provincia cuenta con experiencias acordes con la temporada. A continuación, te presentamos las seis vivencias que combinan aventura, paisaje y tradición.
Viaje en trineo
Un viaje en trineo es posible en la metrópoli canadiense, permite adentrarse en bosques blancos, como sacados de una película. Mientras avanzas, escuchas el crujido de la nieve bajo el trineo, sientes el aire fresco en la cara y ves a un grupo de perros corriendo felices, con una energía contagiosa.
En regiones como Saguenay–Lac-Saint-Jean, Charlevoix o en las Laurentides, el dog sledding no es sólo un paseo: es un regreso a los orígenes de la vida en el norte, ofreciendo una vivencia cultural y deportiva a la vez.
Aquí puedes ser pasajero o aprender a conducir tu propio trineo como un auténtico musher. Para los más aventureros, hay expediciones de varios días en las que se duerme en tipis o cabañas bajo un cielo que parece un mar de estrellas. En cuanto a los perros, no hay motivo de preocupación: no sufren, no se estresan ni son maltratados. En Quebec, los perros de trineo son parte de la familia.
Montenieve
Recorrer bosques, montañas y ríos congelados es posible gracias a sus más de 33 mil kilómetros de senderos señalizados para motonieves. En cada región de la provincia se organizan rutas que pueden durar desde un día hasta varios, como las de Nord Expé, que incluyen paradas en hoteles y posadas que reciben a los viajeros como parte de la familia.
Raquetas de nieve
Si no sabes esquiar, no te preocupes: con raquetas en los pies puedes recorrer cualquier sendero. Esta actividad es sencilla y accesible, ideal para que incluso los niños pequeños puedan disfrutarla. Durante el recorrido, podrás observar paisajes hermosos que seguro no querrás perderte.
Además, en el Parc national de la Jacques-Cartier (cerca de la ciudad) o en los bosques de Outaouais, es común encontrarse con alces o zorros en el camino, además de paisajes silenciosos que parecen un cuadro. En Mont Tremblant, se pueden hacer excursiones vespertinas para ver la puesta de sol desde la cima de la montaña y detenerse en una cabaña histórica a disfrutar un vino caliente y una fondue, antes de descender entre el bosque ya caída la noche.
Esquí alpino y snowboard
Para los amantes de la velocidad, la provincia ofrece algunas de las mejores montañas para esquiar en el este de Norteamérica. Canadá es famoso por sus pistas de esquí, y Quebec destaca por contar con las mejores montañas de esquí de esta región del continente.
Pero si nunca has esquiado, no hay problema. Hay instructores en español e inglés, así como áreas para principiantes que ayudarán a aprender con confianza. Esto es especialmente válido en resorts como Bromont Montagne d’Expériences o Ski Saint-Bruno, en la región de Montérégie, menos conocidos pero muy bien equipados.
Tubing
El tubing es una forma sencilla y divertida de deslizarse sobre la nieve. Solo necesitas sentarte en una gran llanta inflable, impulsarte desde la cima de una colina y dejar que la diversión comience.
En lugares como Village Vacances Valcartier, ubicado a solo 20 minutos de la ciudad, o en Les Glissades du Domaine du Pays d’en Haut, en la región de las Laurentides, encontrarás numerosas pistas diseñadas para toda la familia. La actividad va desde bajadas suaves, ideales para los niños, hasta recorridos más emocionantes que aceleran el pulso.
Spa nórdico
Para finalizar esta aventura, no puedes dejar de visitar un spa nórdico al aire libre. Allí encontrarás piscinas de agua caliente rodeadas de nieve, vaporosas saunas y áreas de descanso donde el silencio resulta tan reconfortante como el calor y tan revitalizante como el frío.
En lugares como Strøm Nordic Spa, Bota Bota Spa-sur-l’eau de Montréal o Scandinave Spa Mont-Tremblant, la experiencia es sensorial. Imagina sumergirte en una tina humeante mientras los copos de nieve caen suavemente a tu alrededor.

