
A Cuba con Juliá Tours: historia, playas y sabor
Enviado especial: Héctor Ledezma
¡Guantanamera, guajira, guantanamera! es una de las tantas canciones que tarareas hasta que te cansas y que cuando la escuchas en Cuba, cobra un sentido distinto. Estar ahí es como un viaje en el tiempo, con muchas actividades para realizar si eres un amante de la cultura, las tradiciones, pero también de la vida nocturna y el baile.
INVERTOUR junto a varios agentes de viajes, recorrimos tres lugares de Cuba: La Habana, Trinidad y Varadero con Juliá Tours.
Nos hospedamos en el hotel Iberostar Parque Central, de 5 estrellas, donde pudimos disfrutar de cómodas habitaciones, vistas hermosas hacia el Capitolio, con una atención impecable.
La primera tarde del tour comenzó con grandes experiencias, al llevarnos en los autos clásicos por calles de La Habana y por el malecón, que nos dio uno de los mejores atardeceres que he visto, un color anaranjado intenso.
Son un total de 8 kilómetros que nos permitieron además pasar por lugares emblemáticos como el Hotel Nacional, y es que la capital de Cuba parece un museo al aire libre por los bellos coches.
En ese trayecto pudimos ver a turistas y locales pescar, disfrutar de la rica y calurosa tarde, otros aprovechaban para platicar y convivir. Reinel Barrera, el conductor que nos llevó, fungió también como guía al describir los edificios y monumentos que pasábamos, como el Obelisco, la embajada rusa, entre otros.
La cena nos esperaba en el restaurante Buenaventura, donde degustamos comida típica como ajiaco, langosta caribeña y por supuesto, el mojito, que es un clásico con el ron que se produce en la isla. Yenis Santamaría, nos deleitó con música cubana y hasta mexicana.
La noche apenas comenzaba, pues de ahí nos llevaron al Cabaret Tropicana, un emblema de Cuba en lo que a vida nocturna se refiere, pues está activo desde 1939. Desde la pandemia, abre de miércoles a domingo, con un show espectacular con más de 20 bailarines y cantantes que ponen mucho ritmo y pasión.
La Habana, un lugar muy colorido
Después del desayuno, llegó el turno de conocer más de La Habana, en un recorrido a pie por el centro histórico, por sus plazas como San Francisco de Asís, Plaza Vieja, Plaza de la Catedral, en ésta última está el principal recinto religioso de La Habana, de un estilo barroco cubano.
La Plaza de Armas fue la primera que se construyó en Cuba, rodeada de ceiba, palma real, que es el árbol nacional y bugambilias.
El clima era agradable, pero húmedo y caluroso, es indispensable saber que debes llevar ropa cómoda, bebidas para hidratarte, y muchas ganas de descubrir tan bellos espacios.
Alberto Pulido fue nuestro guía durante los cinco días de viaje, y explicó a detalle cada punto visitado. Cabe señalar que en Cuba es normal que personas se te acerquen a pedir ropa, alguna ayuda, dulces, cualquier cosa que puedas darles, está en el turista la decisión de hacerlo o no.
“Mexicanos”, “México, lindo y querido”, son frases que escuchamos, durante todo el trayecto de parte de los cubanos, es bueno decir que aman a nuestro país, y que siempre regalaron una sonrisa.
Este segundo día de tour incluyó visitas al Museo del Ron, para apreciar el proceso de fabricación y degustación de Havana Club, que se vende a 140 naciones.
Asimismo, a una fábrica de tabacos, conocidos como habanos, que es uno de los productos más reconocidos de este país. Con marcas como H. Upmann o Romeo y Julieta.
También visitamos dos lugares populares que sí o sí debes conocer: La bodeguita del medio, donde se inventó el mojito a mediados del siglo XX; y La Floridita, uno de los siete bares más famosos del mundo, por el daiquirí.
Paramos unos minutos por los exteriores de la Plaza de la Revolución y se hicieron vistas panorámicas del malecón, el Gran Teatro de La Habana y el Capitolio Nacional. Las calles son muy coloridas, los edificios y casas igual.
¿Cansancio?, no, la noche nos deparaba un gran show, pero ahora en El Parisién, un cabaret en el Hotel Nacional. Esto fue solo un poco de lo mucho que brinda La Habana, con sus artistas locales que demuestran que traen mucho sabor y música para ofrecer.
Trinidad y Varadero, ¡échale picante!
Salimos de La Habana, hacia Trinidad, no sin antes hacer una parada de algunas horas en Cienfuegos, donde pudimos conocer sus calles principales y admirar el legado francés en su urbanismo, construcciones neoclásicas.
Entramos al Teatro Tomás Ferry, un lugar espectacular que es una copia de La Scala de Milán y que se mantiene original desde 1889. Y al Palacio de Valle, donde tuvimos una vista increíble. No pudo faltar la foto en la estatua de Benny Moré, un genio de la música cubana.
Tomamos camino hacia Trinidad, una ciudad colonial ubicada en el centro de Cuba. Llegamos al Iberostar Grand Trinidad, un hotel pequeño, de apenas 40 habitaciones, pero con un servicio de primera.
El cambio de clima fue muy notorio, la humedad era alta, mucho calor y aquí sí necesitamos más hidratación, y qué mejor que en la sucursal de La bodeguita del medio, donde disfrutamos de una rica cena al son de la música cubana.
Aquí hubo un apagón de varias horas, eso no impidió que se nos atendiera de la manera indicada, y pasamos a un show en La casa de la música, donde los artistas demostraron su compromiso al cantar sin micrófonos, pero sí con sus instrumentos.
Fue una noche mágica, no hay palabras para describir el cielo estrellado, y fue una gran ocasión para mostrar que en México también sabemos bailar. “Échale picante” se convirtió en una frase que los cantantes relacionaron con nuestro país, y orgullosamente se adoptó durante el tour.
Ya en el cuarto día, visitamos el Valle del Ingenio, donde se dio la oportunidad de comprar diversos artículos como caminos de mesa con bordados especiales como el llamado “punto de Trinidad”, y otra buena cantidad de artesanías locales como camisas con semillas de planta de leucaena y lino hecho de bagazo de la caña de azúcar.
Aquí está la torre más alta del siglo XIX con 137 escalones, desde donde tienes una vista preciosa del valle. Está dentro de la Hacienda de los hermanos Iznaga, donde probamos el guarapo, que es una bebida obtenida del jugo de la caña de azúcar con ron. En esta zona el turismo es la actividad principal, cada artesano fabrica sus propios productos.
En Trinidad realizamos un recorrido por sus principales sitios, donde pudimos admirar las casas con ventanas grandes y techos altos, para que estén más ventilados. Las calles son empedradas, lo cual a los amantes de recorrer lugares a pie, les encantará.
Recorrimos el Museo Romántico, que tiene piezas increíbles y terminamos degustando la bebida canchanchara, que es típica de ahí, y que contiene miel, limón, aguardiente, hielo y agua.
Esa tarde salimos para Varadero, donde nos hospedamos en el hotel todo incluido Iberostar Selection Varadero, con amplias habitaciones. El único detalle en esta zona es el internet, si quieres desconectarte un poco de redes sociales, la pasarás bien. Sino, más vale que vayas con la idea firme de que no tendrás una buena red.
Lo más bello de Varadero es el mar, sus tranquilas playas, que son de arena blanca, agua clara y calmada. Ideal para nadar, tomar el sol, o hacer alguna actividad.
Durante todo el día hay mucha diversión en el hotel como deportes, shows por las noches y barra libre para disfrutar lo que gustes. La disco invita a sacarle brillo a la pista.
Recomendaciones
Los agentes de viajes recomiendan para viajar a Cuba:
- Contratar los servicios de una agencia, para trámite de visa y llevar dólares americanos.
- Llevar medicamentos si es que se requiere o por alguna emergencia.
- La comida que incluye platillos típicos como ropa vieja, langosta, arroz con leche, ajiaco, es rica, para un mexicano es importante saber que no hallarán tortillas, ni picante.
- El clima es agradable, pero caluroso, llevar ropa para las actividades a realizar y muchas ganas de caminar.
- Lleva ropa para regalar; dulces para consumo personal, pues en Cuba no existen los productos como los conocemos en México.
- Estar abierto a aprender de nuevas culturas, a vivir experiencias distintas, a conocer personas divertidas, pues Cuba es sabor, es color, es antigua, pero bella.