Parece que absolutamente todas las actividades recreativas tendrán que cambiar después del COVID-19. Sin embargo, la siguiente noticia no tiene nada que ver con el coronavirus, sino más bien con otro padecimiento cada vez más recurrente: el sobrepeso.

Propietarios de góndolas han mencionado que son más comunes los visitantes que llevan “unos kilitos de más”, y que esto podría ser perjudicial para la embarcación y para la seguridad de los ocupantes.

Por ello, según el periódico The Guardian, las góndolas de tipo da nolo que dan el clásico recorrido por Venecia, llevarán como máximo seis pasajeros, mientras que las da parade, para cruzar el Gran Canal, hasta 12 personas.

“Es cierto que, comparados con hace 10 o 15 años, los turistas pesan un poco más”, le dijo Andrea Balbi, presidente de la Asociación de Gondoleros de Venecia. “No tenemos básculas, así que hemos reducido el número de viajeros”.

Además, añadió que últimamente son más los padres que heredan su licencia de gondolero a los hijos, quienes no están totalmente capacitados, incurriendo en algunos incidentes de navegación. Por ello, se ha instaurado una reforma que otorga dicho permiso a quienes comprueben una experiencia de cuatro años (mínimo) en una góndola.