Un hombre cuya imaginación revolucionó las artes de la animación y que fue capaz de lograr lo que muchos creían imposible: Walt Disney

Quién no recuerda a Mickey Mouse, Pinocho, Dumbo o Blanca Nieves y los siete enanitos, el primer largometraje de la historia en el que se utilizó Technicolor y que en 1938 fue un gran éxito de taquilla. Estos personajes y muchos otros más se han quedado con nosotros para quedarse por siempre, porque Walt Disney, un transgresor de su tiempo y de las generaciones, simplemente es sinónimo de diversión y sano entretenimiento.

Pensar en Walt Disney, también es recordar nuestra infancia y las horas que pasábamos a risas y carcajadas disfrutando de los cuentos clásicos animados donde los árboles bostezaban y las flores sonreían. Mundos mágicos y llenos de emoción se abrían ante nuestros ojos, donde el Castillo de la Bella Durmiente de Disneylandia era el gran ícono de los sueños y las fantasías.

Walt Disney nació un 5 de diciembre de 1901 en Chicago, Illinois, y murió a causa de un cáncer de pulmón el 15 de diciembre de 1966. Durante su extensa y exitosa carrera en el cine de animación fue premiado con 22 premios Óscar de un total de 59 nominaciones, y recibió otros cuatro premios honoríficos, lo que lo convierte en la persona que más premios de la Academia ha ganado.

A 115 años de su nacimiento, Walter Elias Disney es recordado como el ícono que convirtió los dibujos animados en un producto de consumo de masas. Actualmente, The Walt Disney Company gestiona dieciocho parques de atracciones, treinta y nueve hoteles, ocho estudios cinematográficos, once canales de televisión por cable y uno terrestre.

Cabe mencionar, que Disneyland Park en Anaheim, California es una ‘meca turística’ al ser parte de las atracciones más importantes en Estados Unidos; se estima que hasta 2015 ha sido uno de los parques de diversiones con mayor afluencia por año en todo el mundo con más de 700 millones de visitantes.