Desde su creación hace 17 años, el grupo Air France-KLM cumple su misión de conectar personas de todo el mundo. Cada día, en las operaciones, en los aeropuertos, alrededor de 76 mil empleados trabajan con apertura, respeto y transparencia, es nuestro ADN. Es este compromiso excepcional de equipo, lo que nos sigue ayudando a salir adelante de la crisis industrial sin precedentes, y nos permite recuperar un nivel de desempeño a la par con los equivalentes europeos.

Casi al final del 2021 vemos la recuperación de las redes de vuelos Air France y KLM, y la reactivación de los niveles de transporte de pasajeros que existían en 2019, impulsadas por los destinos que funcionan bien o por nuevos itinerarios.
En el caso de México, el 21 de octubre celebramos 10 años del inicio de la ruta de Air France, entre París y Cancún. Es formidable ver cómo se convirtió en un elemento clave para el grupo, gracias a su desempeño y a la preferencia de los viajeros por volar con nosotros, hacia y desde la puerta de entrada a la importante Península de Yucatán.

Se dice fácil que cumplimos una década, pero, sin ese compromiso excepcional, de mi gran equipo de trabajo, no habríamos llegado a este aniversario. En 2022, por primera vez en la historia de esta ruta, tendremos 10 vuelos por semana. Personalmente, veo esto como un reconocimiento y una motivación enorme para nuestra líder en esta oficina caribeña, la gerente que nos representa ahí.

Además, el 2 de noviembre, el mismo aeropuerto se vistió por primera vez de azul: el color de KLM Royal Dutch Airlines para recibir el vuelo inaugural que conectará, hasta cinco veces por semana con Ámsterdam. No puedo describir la alegría del equipo al ver aterrizar el Boeing 787-9 en la pista. Menos aún puedo expresar el orgullo de que el KL689, procedente de la capital neerlandesa, viniera alimentado con 25 % de combustible sostenible para aviación.

En honor a esta operación, la oficina de México compró 25 % de SAF (Sustainable Aviation Fuel), producido a partir de aceite de cocina usado, con un ahorro de gases de efecto invernadero de al menos 75 %, y una certificación ISCC (International Sustainability and Carbon Certification) y RSB (Roundtable on Sustainable Biomaterials).

Esto es un ejemplo concreto del compromiso, de larga fecha con la transición ambiental, dentro del objetivo de ser un grupo de aerolíneas líder en desarrollo sostenible, y con la convicción de que la transformación de la industria debe acelerarse. Para garantizar que las generaciones futuras puedan seguir viajando, debemos intervenir todos para crear estas condiciones.

La emergencia climática es sin duda el mayor desafío al que se enfrenta el sector en la actualidad. Todos los empleados del grupo llevamos muchos años trabajando para reducir la huella medioambiental, y estamos acelerando la transición hacia un transporte aéreo más sostenible.

Este vuelo ilustra la determinación por lograrlo, y se suma a la trayectoria de disminución de emisiones de Air France-KLM, dentro de un marco científicamente indiscutible y exigente. Confiamos en nuestra capacidad para realizar esta transición de manera colectiva, sumando a clientes y a todos los socios.

Guilhem Mallet

Es director general en México de Air France-KLM. Nació en Francia y es un hombre brillante. Posee una Ingeniería y una Licenciatura en Economía, con más de una década de trabajar para este grupo de aerolíneas. Ha representado esta alianza en varios países. Estuvo en Marruecos, Túnez, Argelia, Francia, Cuba y Brasil, y, desde hace dos años, en México con resultados extraordinarios.