La manera más impactante de explorar el sabor de un chile es comenzar desde poquito para después zambullirnos de su sabor, sus detalles y de su picor… El paladar del mexicano encierra algo indescifrable. Una buena salsa de molcajete basta para engancharnos de por vida a la mesa predilecta. Y los ojos del mundo podrán escandalizarse ante nuestro placer, pero es que ellos no saben sobre las propiedades dietéticas, medicinales y adictivas que el chile esconde y que a continuación les revelaremos.

En México cocinamos con casi 50 variedades de chile, pero ¿sabías que todas ellas son dietéticas? Sí, en general el chile acelera el ritmo metabólico en un 25 por ciento, consumiendo 45 calorías adicionales y reduciendo la grasa de una comida promedio.

Pero no es útil sólo como condimento y catalizador, sino como alimento en sí. Un chile fresco aporta muy pocas calorías, pero tiene el doble de vitamina C de un limón y hasta seis veces más que una toronja. Por su parte, un chile seco aporta más vitamina A que una zanahoria, además de cantidades significativas de vitaminas E, B y minerales.

Con estos valores los hay dulces, picantes y muy picantes, pero ¿qué los diferencia? La sustancia responsable del picante se llama capsaicina. No tiene olor ni sabor pero estimula los neurotransmisores que perciben el dolor, esto hace que el cerebro libere endorfinas (sustancia relacionada con el placer) y estas a su vez produzcan saliva y transpiración. ¡Por eso nos gusta tanto!

¿Han escuchado a la gente que todo lo quiere solucionar con chile? Pues no están tan equivocados; desde tiempos remotos se sabe que es estimulante del apetito, mitiga algunos dolores, es laxante natural, es diurético, alivia cólicos y es antiséptico.

¿Antiséptico? Sí, la capsaicina de la que les hablamos es la base del sistema inmunológico del chile, por lo que mata bacterias, y uno creería que mientras más picante, más bacterias mata, pero todo lo contrario. Los pimientos morrones y los chilespoblanos son los más efectivos en este rubro, por lo que comerlos evita infecciones estomacales.

Lo cierto es que algunas personas, tenemos una adicción obsesiva por los chiles. Sí, a casi toda nuestra comida debemos ponerle… ¿es correcto o no? No lo sé… pero ah, placer de Dioses!

Y hablando de chiles poblanos, ¿ya se dieron cuenta de que es temporada de Chiles en Nogada? No esperemos más por esas vitaminas, endorfinas y por el bienestar estomacal, probemos los Chiles en Nogada que sólo son de temporada!