En Quito, Ecuador, memorar a los seres queridos es una de las festividades más importantes, que entre recuerdos, nostalgia, alegría, rezos y música la ciudad festejará su tradicional “Día de los Difuntos” el próximo 2 de noviembre.

Así como en varios países latinoamericanos, esta es una importante tradición entre las celebraciones populares que combinan los ritos católicos e indígenas con la fe y la religión. Durante este festejo, miles de ecuatorianos suelen visitar los cementerios para engalanar los sepulcros con flores, cruces pintadas, cuadros y tarjetas, y llevar comida gustosa de cada difunto.

Uno de los platillos típicos de esta celebración es la colada morada, una de las bebidas más tradicionales de Quito preparada a base de maíz negro, mortiño, mora, piña, cáscara de piña, naranja y otras frutas y hierbas. Además, se acompaña de las famosas guaguas de pan, figuras de masa que recuerdan a los muertos, especialmente a los niños –debido a su significado en quechua que es “niño”- elaborada con harina de trigo o de maíz procesada que en la actualidad se rellenan con dulce de guayaba, higo, chocolate o con pasas con crema pastelera y tomate de árbol.

Así, el Día de los Difuntos en Quito es una experiencia única que transporta a los visitantes al pasado con una celebración y culto al estilo ecuatoriano que ya se celebraba desde antes de la llegada de los españoles; solamente se hizo una adaptación al calendario católico.

Cabe resaltar que en otros países como Guatemala, Perú, Bolivia, Haití, Argentina o Venezuela comparten también esta forma tan peculiar de rendir homenaje a los difuntos. En México se celebra el Día de Muertos que hoy en día captura la atención de todo el mundo.