#EspírituWanderlust

No fue un 2017 fácil y tampoco ha sido un inicio de 2018 sencillo, sobradas cosas vividas, demasiada fuerza familiar y mucho tiempo para introspección y reflexión. Y en esos días de agradecer cada minuto y lo recorrido en este camino que llamamos vida, a mi memoria siempre venían recuerdos familiares. Sé que siempre les cuento de lugares a dónde ir y que pueden disfrutar con quien quieran, pero en esta ocasión, si la editora lo permite, quiero llevarlos a un viaje por mi memoria que quizá los motive a seguir viajando y haciendo recuerdos con sus seres queridos.

Que el romance no sólo dure este mes de febrero, que todo el año, todos los días sean motivo de celebración de este sentimiento maravilloso. Me puse cursi, porque este mes todo se ve rojo y Cupido ronda por ahí y decidí traerles algunas sugerencias de lugares en México para disfrutar en pareja, y no necesariamente tienes que ir a la playa o sólo viajar.

¿Alguien más siente una paz inexplicable cuando visita alguna pirámide? No sé si es la historia detrás de ellas, las sombras de personas pasadas que siguen ahí o su excelente arquitectura, pero sin duda tienen una energía impresionante que te calma, te limpia, te fortalece y hasta parece que genera magia de la que puedes tomar un poco y seguir adelante. Así que con esto en mente empecemos el año con el pie derecho, llenándonos de buena energía y tomando nota de las pirámides de México que este año 2018 de alguna manera deben visitar.

Estamos a unos días de que se cierre este año, y mi editora está nerviosa porque no ha recibido este artículo, pero quería escribir algo que nos permitiera a todos cerrar bien este 2017, lleno de viajes y experiencias. Iba a compartir las mejores razones para viajar pero creo que sería algo muy típico y prefiero contarles lo que viví en viajes y por qué los lugares que les platiqué me enseñaron algo que hace de viajar una de mis actividades favoritas.

Otra vez me tocó ser turista en mi ciudad, y aunque ya hemos hablado del D.F., ahora conocido como CDMX, tiene muchas y diferentes opciones para disfrutar comida, juegos, recreación, lectura, lo que se les ocurra. En esta ocasión los llevaré a un recorrido por Santa María la Ribera, algunos lo conocen, muchos otros no.

Yo crecí con la leyenda del sismo del 85, no me tocó pero a mis papás sí. Y digo leyenda porque lo veía como algo lejano, un suceso que impactó a México, que se llevó vidas y quedó marcado para siempre en el país, tanto que cada 19 de septiembre la ciudad hace un simulacro.