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Aumentan fanáticos que están dispuestos a pagar boletos y viajes para ir a un concierto

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Sin duda, son más las personas que no dudan en invertir en un viaje para ver a un cantante o banda. Ir a un concierto a veces no sólo es la compra de un boleto, puede incluir ir a otra ciudad o hasta país y no sólo una vez, sino varias. 

Sin duda, esto es algo que los agentes de viajes no deben perder de vista, pues hay fanáticos que incluso acompañan al cantante en todo su tour.

Upgraded Points encuestó a más de 3 mil estadounidenses haciendo una variedad de preguntas sobre qué tan lejos podrían ir para un concierto, el precio que estaban dispuestos a pagar por las entradas, si sacarían de sus ahorros o se endeudarían para hacer esas compras, y su disposición volar a algún lugar para un concierto.

Encontraron que…
  • El estadounidense promedio informa que está listo a viajar más de 950 kilómetros sólo para ver a sus ídolos.
  • La Generación Z son los mayores fanáticos de la música en vivo y están dispuestos a viajar más lejos para escucharla: más de 1 mil km.
  • El 43.5 % de los fans dice que una opción de compra y pago posterior los incitaría a viajar más.
  • 1 de cada 10 fans están predispuestos a endeudarse.
  • 12.9 %: esa es la cantidad de sus ahorros que el estadounidense promedio repartiría para ver a su artista favorito.
Los más fans

Las boy bands siguen atrayendo a grandes multitudes: desde los Beatles hasta One Direction y la popularidad de las superestrellas del K-pop como BTS. Pero la lista de los 10 primeros de los fans más leales también incluye muchos artistas solista.

  • Superando a todas las demás bases de fans con un puntaje de 88.4, los fanáticos de BTS están dispuestos a ir hasta Corea.
  • El Rey del Pop también hizo la lista de los 10 mejores. Los encuestados de Michael Jackson dijeron que gastarían un promedio de $660 dólares por boleto si pudieran verlo actuar nuevamente.
  • Los Swifties han estado en las noticias últimamente mostrando lo mucho que harán para evitar perderse un solo momento de un concierto de Taylor Swift, incluido el uso de pañales para adultos y el pago de más de $300 dólares por boletos.

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