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«María” dejó serios estragos en Puerto Rico

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Según el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (NHC, por sus siglas en inglés), “María” se convirtió en una pesadilla también para Puerto Rico dejando a su paso devastación y tristeza.

Razón por la cual, la isla fue declarada por el presidente Donald Trump como una “zona de desastre”, quien visitó la isla a las dos semanas del fenómeno.

Dicha enunciación se manifestó por petición del gobernador de Puerto Rico, Ricardo Roselló, pues sólo en el municipio de Río Grande se estimó que más de 5 mil personas quedaron sin hogar. Por su parte, Carmen Yulín Cruz, alcaldesa de San Juan, expresó que la ciudad fue “prácticamente devastada en su totalidad”.

El panorama fue desolador: lluvias torrenciales, ríos desbordados, oleaje desatado, hogares destruidos, árboles caídos y ventanas estalladas. El ojo del huracán la atravesó, el 20 de septiembre, con sus devastadores vientos de 200 km/hr como una categoría 4. El Aeropuerto Internacional Luis Muñoz Marín sufrió severos daños y la operación estaba siendo muy limitada, sólo funcionaba para vuelos de auxilio y militares, y la comunicación con la isla estaba muy restringida porque aún no había energía eléctrica. Muchos municipios y ciudades se encontraban incomunicados.

Cabe mencionar que María pasó, inicialmente, por otras islas caribeñas, como Dominica, donde dejó al menos siete muertos y provocó una «devastación generalizada», según su primer ministro.

También pasó por la isla francesa de Guadalupe, y luego de Puerto Rico se dirigió a República Dominicana, las Islas Turcas y Caicos y las Islas Bahamas, sin pasar por Haití, Cuba ni la Florida; estos dos últimos se vieron muy dañadas por el gigantesco huracán Irma.


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