
Un gran momento para viajar al Oeste Canadiense
A lo largo de mis 28 años de trayectoria en el sector, tuve la fortuna de seguir los pasos de dos de las personas más influyentes en mi vida: mis tíos Xavier y Jaime Orizaga. Ambos pilares del periodismo especializado en turismo en México y mis mentores durante 18 años, en los que aprendí no sólo a escribir historias fascinantes sobre los sitios, sino a ver las bondades y oportunidades de esta industria.
Lo anterior, me dio la oportunidad de incorporarme -hace nueve años-, al reconocido equipo de AD Nova Comunicación Estratégica, liderado por Benjamín Díaz y Adriana de la Torre, agencia especializada en representación de
destinos y relaciones públicas. Desde entonces, mi crecimiento en diversas áreas me ha permitido estar a cargo de importantes lugares internacionales como: San Antonio, Texas, Japón y Aruba. ¡Sin embargo, mi personalidad y pasión por la naturaleza me han llevado a tener bajo mi cargo a destinos del Oeste de Canadá!
Lo que resulta muy oportuno en una época donde la tendencia del turista actual es buscar cada vez más sitios sostenibles y competitivos.
Travel Alberta ha comenzado a reactivarse como cliente de AD Nova, y Destination Vancouver se sumó a nuestro portafolio tras ser seleccionados como agencia ganadora. Ambos se integran a la distinguida cartera de destinos con fuertes vínculos de amistad con México, donde los viajeros mexicanos pueden sentirse bienvenidos y seguros.
Es una gran oportunidad de continuar trabajando con nuestros socios estratégicos (Tour operadores, OTA´S, aerolíneas y agentes de viajes) para proveer a los viajeros mexicanos mayor información actualizada sobre lugares como los que encuentras en el Oeste Canadiense, que ofrecen experiencias únicas, novedosas, en entornos bellísimos y altamente hospitalarios. Desde festivales de arte, conciertos, eventos deportivos, opciones gastronómicas para los paladares más exigentes, resorts de ensueño y un sinfín de actividades al aire libre.
Por ejemplo, para un viaje al Oeste Canadiense durante todo el año, los invito a comenzar en Vancouver, una ciudad donde la naturaleza y la vida urbana conviven en perfecta armonía enmarcada por el océano Pacífico, aprovechado la alta conectividad aérea. Sugiero hospedarse cerca del Canada Place, en el Fairmont Pacific Rim con vistas al puerto de cruceros. Recorrer el Stanley Park en bicicleta, para disfrutar de las vistas del bosque, el mar, la ciudad y los tótems de las Primeras Naciones, y después cenar sushi fusión en Kissa Tanto, uno de los 10 restaurantes con estrella Michelin locales. Capilano Suspension Bridge y la Góndola de Grouse Mountain son dos imperdibles, donde, además de gozar de vistas espectaculares, conoces a Coola y Grinder, dos osos grizzli huérfanos que habitan en el santuario. En esta temporada, se puede tomar una excursión para avistar ballenas o un sobrevuelo en hidroavión.
Posteriormente, recomiendo tomar el Rocky Mountaineer, un lujoso tren panorámico rumbo a Jasper, en el corazón de las Montañas Rocosas Canadienses, cruzando paisajes que van del bosque lluvioso al bosque boreal en sólo dos días. Ya en Jasper, las cabañas del Fairmont Jasper Park Lodge son espectaculares para también deleitarse del
cielo estrellado en su reserva de cielos oscuros. No dejen de visitar el lago Medicine y luego viajar por la mítica Icefields Parkway, donde es necesaria una parada en el Skywalk, una plataforma de vidrio a 280 metros de altura con vistas al campo de hielo Columbia. Más adelante abordar un Ice Explorer para llegar al glaciar Athabasca.
En el Parque Nacional de Banff, vale la pena hacer una parada para comer en el Chateau Lake Louise, con vista al lago de color azul turquesa, y continuar hacia el Fairmont Banff Springs, el castillo de las Montañas Rocosas, para hospedarse. Algo inolvidable es subir a la cima de Sulphur Mountain en góndola para observar el atardecer y cenar en el Sky Bistro. Al día siguiente, un tour de vida silvestre para ver osos, alces y otros animales para finalmente disfrutar de una hamburguesa de bisonte en The Bison, en la hermosa Banff Avenue.
Próxima parada: Canmore. Hospedarse en el elegante Malcolm Hotel, con vistas a las montañas Three Sisters, las cuales se pueden sobrevolar en helicóptero para ver también el imponente Kananaskis Country. Cenar en Bridgette Bar, con su menú de temporada.
Para cerrar el viaje con broche de oro, es impactante visitar el santuario de lobos de Yamnuska antes de llegar a Calgary. Cerca está el moderno hotel Westley para hospedarse y la Torre de Calgary, desde cuya cima se contempla la ciudad. Después de algunas compras en Stephen Avenue, explorar East Village y el museo de la música canadiense
Studio Bell que sorprende a todo visitante. Cenar en Major Tom, en el piso 40 de Stephen Avenue Place, con alta cocina y ambiente sofisticado es perfecto para la última noche.
Hay viajes que no solo te llevan a lugares increíbles, sino que también te transforman. El Oeste de Canadá es uno de esos destinos que se quedan en el alma, entre montañas, estrellas, y momentos que se convierten en recuerdos para siempre.
Paul Orizaga
Es gerente de Cuenta en AD Nova Comunicación Estratégica. Encargándose de varios y bellos destinos. Estudio la licenciatura en Diseño Industrial. Posee una larga y exitosa trayectoria de 28 años en la industria turística.