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Pueblos mágicos cerca de la CDMX ideales para una escapada de fin de semana

México ofrece una amplia variedad de opciones para quienes buscan una escapada de fin de semana. Si vives en la Ciudad de México, te encantará saber que muy cerca se encuentran varios Pueblos Mágicos donde podrás disfrutar de tradiciones, gastronomía y paisajes que revelan la riqueza cultural del país.

Son ideales para una salida romántica, un viaje en familia o una aventura con amigos. Además, permiten desconectarse del ajetreo de la ciudad y ofrecen la oportunidad de experimentar la cultura local, admirar paisajes únicos y participar en actividades para todos los gustos.

Si buscas un plan de fin de semana sin gastar demasiado dinero, en INVERTOUR te decimos cuáles son los pueblos más cercanos a la capital.

Tepotzotlán, Estado de México

A solo una hora de la Ciudad de México se encuentra Tepotzotlán, uno de los pueblos más cercanos y accesibles desde la CDMX. Este sitio destaca por su arquitectura barroca y su riqueza histórica. Su principal atractivo es el Museo Nacional del Virreinato, ubicado en el ex Convento de San Francisco Javier, una verdadera joya del barroco mexicano.

Si te gusta “pueblear”, es ideal para caminar entre sus calles y gozar de su ambiente pintoresco, probar antojitos tradicionales y explorar sus tiendas de artesanías.

Sin importar la temporada, Tepotzotlán siempre tiene algo que ofrecer: en verano goza de un clima cálido perfecto para actividades al aire libre; en invierno, el pueblo se llena de luces y decoraciones navideñas que lo convierten en un lugar encantador para visitar en diciembre.

San Juan Teotihuacán, Estado de México

Aunque no está catalogado como Pueblo Mágico, San Juan Teotihuacán es uno de los destinos más emblemáticos del Estado de México gracias a la imponente zona arqueológica de Teotihuacán, declarada Patrimonio Mundial por la UNESCO.

Aquí los viajeros pueden maravillarse con las Pirámides del Sol y de la Luna, participar en talleres artesanales de obsidiana, disfrutar degustaciones de pulque y mezcal, y contemplar el amanecer a bordo de los coloridos globos aerostáticos que sobrevuelan la zona. La mejor época para visitar este lugar es durante la primavera u otoño, cuando el clima es templado y agradable para caminar por la zona arqueológica y explorar los alrededores.

Tepoztlán, Morelos

Famoso por el Cerro del Tepozteco, Tepoztlán ofrece a los visitantes un ambiente místico y lleno de tradición. Su icónico mercado de artesanías es ideal para recorrer sin prisa, mientras saborean de su gastronomía tradicional, que destaca por los itacates y las nieves artesanales.

Otro imperdible es el Ex Convento de la Natividad, un majestuoso edificio del siglo XVI declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO, que refleja la historia y espiritualidad del pueblo. La mejor época para visitar este lugar es de octubre a marzo, cuando el clima es más fresco y menos húmedo.

Villa del Carbón, Estado de México

Villa del Carbón es un encantador pueblo rodeado de naturaleza y reconocido por sus profundas tradiciones. Entre sus principales atractivos se encuentra su centro histórico, donde destaca la pintoresca Parroquia de la Virgen de la Peña de Francia, así como la presa Taxhimay, un espacio ideal para experimentar de actividades como pesca, paseos en lancha y camping.

Además, los turistas pueden recorrer sus tiendas de artesanías, famosas por sus productos de piel —botas, cinturones y bolsas— que se han convertido en un distintivo de la región.

Tlayacapan, Morelos

A dos horas de la Ciudad de México se encuentra Tlayacapan, reconocido por sus talleres de alfarería y barro. Aquí los transeúntes pueden recorrer el Ex Convento de San Juan Bautista, un impresionante conjunto del siglo XVI, además de descubrir artesanías únicas y conocer de cerca los procesos tradicionales de elaboración de piezas.

Los fines de semana, el mercado local es el lugar perfecto para probar la comida típica de la región, especialmente las tradicionales cecinas, uno de los sabores más representativos del pueblo. La mejor época para visitar Tlayacapan es de octubre a marzo, cuando el clima es más fresco y agradable.

Malinalco, Estado de México

Malinalco es místico, rodeado de montañas y profundamente ligado a la historia prehispánica. Su principal atractivo es la Zona Arqueológica de Cuauhtinchan, donde se encuentra el famoso Cuauhcalli, un templo mexica tallado directamente en la roca y considerado único en su tipo.

Para quienes disfrutan de la historia, el pueblo también alberga espacios culturales como el Museo Universitario Dr. Luis Mario Schneider, que ofrece una mirada detallada a la riqueza natural, arqueológica y cultural de la región.

Huasca de Ocampo, Hidalgo

Destaca por sus paisajes naturales y su pasado minero. Su atractivo más emblemático es el Parque Nacional de los Prismas Basálticos, un conjunto de formaciones rocosas que enmarcan una imponente cascada. El recorrido puede complementarse con la visita a las antiguas haciendas mineras, como Santa María Regla, y con caminatas por sus senderos naturales. Un destino ideal para quienes buscan tranquilidad y una conexión directa con la naturaleza.

Real del Monte, Hidalgo

Conocido como la “Pequeña Cornualles” de México, gran sitio para quienes buscan historia minera y arquitectura de estilo inglés. Los visitantes pueden probar los tradicionales pastes, un platillo de influencia británica que se ha convertido en símbolo local. Entre los lugares emblemáticos destacan el Museo de Medicina Laboral y el Panteón Inglés, que conservan la memoria de los mineros británicos y su influencia en la región.

La mejor época para visitar Real del Monte es en octubre, cuando se celebra el Festival del Paste, una fiesta en la que se ofrecen pastes de todo tipo y se organizan actividades culturales.

Zacatlán de las Manzanas, Puebla

A dos horas y 47 minutos de la Ciudad de México se encuentra Zacatlán de las Manzanas, famoso por sus huertos y la producción de sidra de manzana. Los viajeros pueden recorrer el Reloj Floral, apreciar el Mirador de Cristal con vistas espectaculares del valle y pasear por los huertos, donde es posible degustar sidras y mermeladas locales.

El centro del pueblo conserva un encanto especial, con calles empedradas, murales y plazas que invitan a apreciar de la tranquilidad de un típico Pueblo Mágico.

La mejor época para visitar Zacatlán es entre agosto y octubre, durante la cosecha de manzanas y la Feria de la Manzana, un evento en el que se realizan actividades culturales, conciertos y muestras gastronómicas.