
Okunoshima: una isla gobernada por miles de conejos, ¿la visitarías?
¿Sabías que hay una isla donde hay tantos conejos que incluso no hay una cifra certera de lo muchos que son? Okunoshima es una pequeña isla japonesa, ubicada frente a las costas de Hiroshima, es conocida mundialmente como la “Isla de los Conejos”. Decenas, cientos, ¡miles! de peludos saltan alegremente por todos lados, listos para robarte una sonrisa y, claro, un snack.
Okunoshima: conejos por todos lados (literalmente)
Los conejos de Okunoshima no son tímidos. Si llevas zanahorias, lechuga o cualquier bocadillo, prepárate: en cuanto te vean, te rodearán como si fueras su héroe favorito. ¿No traes comida? Bueno, no te preocupes, también están felices de seguirte un rato.
El origen de estos adorables habitantes aún es un misterio. Algunos dicen que descienden de ocho conejos liberados por escolares en 1971, mientras que otros aseguran que son los descendientes de conejos de laboratorio liberados tras la Segunda Guerra Mundial.
Más que conejos (aunque ellos son los habitantes principales)
Okunoshima no solo es famosa por sus habitantes peludos. La isla también cuenta con playas hermosas, zonas para acampar y vistas espectaculares. Si buscas el lugar perfecto para ver la puesta de sol, la colina del sol poniente no te decepcionará. Y si eres más aventurero, puedes explorar un faro en una zona algo escondida al sur de la isla.
Aunque ahora todo es risas y orejitas, la isla tiene un pasado oscuro. Durante la Segunda Guerra Mundial, aquí se fabricaban armas químicas en secreto, al punto de que la isla fue eliminada de los mapas. Hoy, el Museo de los Gases Venenosos narra esta parte de su historia, para recordarnos que hasta los lugares más adorables pueden guardar secretos.
Cómo llegar y qué esperar
Llegar a Okunoshima es fácil: solo toma un ferri desde Tadanoumi o Omishima. Una vez allí, prepárate para una experiencia única donde los conejos son los reyes y tú eres, básicamente, su invitado especial.