
3 destinos para disfrutar de la actividad solar, de Islandia a Canadá
El aumento en la actividad solar durante 2025 ha generado gran expectativa entre viajeros interesados en el turismo nocturno. La NASA identificó un pico en la actividad del Sol, lo que provocará un mayor número de auroras boreales visibles en distintas regiones del mundo. Esta situación ha impulsado a muchas personas a buscar destinos ideales para observar este fenómeno natural.
De acuerdo con datos de Booking.com, el 81 % de los viajeros mexicanos considera visitar lugares con cielos más oscuros. Entre las actividades más buscadas están los baños de estrellas, los recorridos guiados por constelaciones y la observación de eventos cósmicos. Para quienes planean un viaje con este enfoque, aquí se presentan tres destinos recomendados para disfrutar de la actividad solar y sus efectos en el cielo nocturno.
¿A dónde ir?
Longyearbyen, Noruega: Ubicada en el archipiélago de Svalbard, esta localidad es una de las más cercanas al Polo Norte. Su posición geográfica permite una noche polar desde octubre hasta febrero, lo que favorece la visualización constante de auroras boreales. Además, se pueden realizar actividades como paseos en trineo con perros, excursiones a glaciares y visitas a cuevas de hielo. La fauna del ártico también forma parte de la experiencia.
Churchill, Canadá: Esta ciudad, situada en la Bahía de Hudson al norte de Manitoba, ha sido reconocida por la migración anual de osos polares. Gracias a su clima subártico, las auroras boreales se pueden observar durante buena parte del año, especialmente entre enero y marzo. Las noches largas y el cielo despejado ofrecen condiciones óptimas para ver este fenómeno. También existen centros de observación, campamentos con trineos y actividades relacionadas con la fauna local.
Jökulsárlón, Islandia: En el sur del Parque Nacional Vatnajökull, esta laguna glacial destaca por su paisaje de hielo y vida silvestre. Durante el invierno, se vuelve uno de los sitios favoritos para presenciar auroras boreales. Las cuevas heladas, los recorridos por la laguna y la visita a Diamond Beach complementan la experiencia nocturna. Este destino ofrece un contacto directo con la naturaleza del ártico islandés.
Estos tres destinos representan una buena opción para quienes desean observar los efectos de la actividad solar en el cielo. Cada uno combina paisajes, fauna y condiciones atmosféricas increíbles.