Aunque los ciudadanos de la UE no necesitan una visa para entrar al Reino Unido, a partir del próximo 1 de enero de 2021, sí deberán obtener, como el resto de extranjeros, un permiso de viaje.

“Todo aquel que desee ir al Reino Unido (salvo los ciudadanos británicos e irlandeses) tendrá que solicitar un permiso previo para facilitar el acceso de viajeros ‘legítimos’ y mantener alejada de las fronteras del territorio cualquier posible amenaza”, dice el documento del Ministerio del Interior, que amplía y detalla el nuevo plan de inmigración de la era post Brexit.

De acuerdo con El País, el texto explica que el gobierno podrá rechazar la entrada de aquellos que hayan sido condenados en sus respectivos países a cumplir una pena que sobrepase un año de prisión, a pesar de que la hayan cumplido. La ambigüedad de las medidas llega al punto de reservarse el derecho de admisión a las personas “cuyo carácter, conducta o asociaciones supongan que su presencia [en el Reino Unido] no sea favorable al interés general”.

Este nuevo sistema de inmigración es uno de los proyectos del gobierno de Boris Johnson, capitaneado por la ministra del Interior, Priti Patel, quien se ha ganado fama de dura política conservadora.

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