Conversar con el gurú de los viajes es todo un desafío. Enamora, fascina y convence con esas crónicas magistrales… Es un apasionado de las historias, culturas y leyendas de cada país, de sus rincones. Lo lleva en su ADN.

He tenido la enorme fortuna de viajar con él y me cautivó con sus reseñas… Él sabe reinterpretar las crónicas más icónicas.

Es uno de los embajadores de viajes más representativos en México. Es Raúl García-Morineau, director de Operaciones y Capacitación de La Casa del Viaje.

«La Casa del Viaje está en un proceso de crecimiento, de expansión. Estamos programando nuevos paquetes, nuevos planes para viajes en diferentes partes del mundo que normalmente no están en la oferta del mercado. Por ejemplo, viajes a destinos desconocidos de la India, como la región de Guyarat en el norte, el sur de la India, el origen del budismo y su expansión. También ofrecemos la ruta de la seda en tres etapas: en China, que es donde nace, desde lo que se conoce actualmente como Xiang hasta la parte del desierto, las ciudades y los budas gigantes en diferentes partes. Luego está la sección de Asia central y finalmente en Uzbekistan, Persia y Armenia-Georgia en el Cáucaso, que es donde terminaba esta ruta y se dispersaba a otras partes».

Este creativo mexicano ha demostrado que puede seducir a todo público con su enorme sabiduría, lo que significa mantenerse fiel a su inconfundible estilo pero al ritmo de las necesidades de hoy. Por ello, ofrece interesantes cursos en La Casa del Viaje . «Tenía dos grupos, uno los sábados y otro los martes, pero ya implementamos otro que inició en este agosto. Es un ciclo de geografía turística, una ciencia inmensa, de 10 sesiones de tres horas cada una, sobre cómo aprender el mundo y los lugares que se pueden visitar. El objetivo es sembrar inquietudes en los agentes de viajes actuales que están clavados en la computadora y que ya no estudian mucho. Creen que la computadora lo resuelve todo, pero hay elementos que tienen que aprender».

Aunque a García-Morineau le fascina todo el mundo, nos confiesa sus lugares favoritos. «La India es el favorito. La conocí a los 18 años y me enamoré para siempre; ha sido mi fidelidad más constante. He tenido oportunidad de ir muchas veces, y no la he terminado de ver, pero cuando pasa un tiempo sin que vaya, la añoro, y no es por el terreno espiritual porque no es mi fuerte. La India como país, arte, artesanía, comida, templos y su cultura extraordinaria es lo que me llama. Otros países que me subyugan son Francia, Rusia y por supuesto México».

La propuesta de Raúl de cómo poder inculcar a las generaciones nuevas estos mágicos destinos es «a través de la educación y capacitación, pero es un juego doble. Aunque los trato de inspirar, también influye mucho el interés de esas generaciones jóvenes en estudiar. Muchos de los chicos que entran actualmente en el mundo del turismo tienen poco interés. Ellos buscan los viajes quizá porque son divertidos, porque sí viajas y supuestamente es gratis, pero no es cierto, eso ya no existe. Cuando tú empiezas a investigar algo es cuando te apasiona, cuando lo ves por encima es un interés superficial. Eso es parte de nuestro curso, tratar de despertar la curiosidad por conocer lugares y el por qué de estos, no nada más la playa de Grecia, sino la historia detrás, por ejemplo».

Con 56 años dentro de esta fascinante industria, Raúl García-Morineau cambió la bata blanca de medicina para dedicarse al universo del turismo. Y se convirtió en un increíble agente de viajes. «Un buen día hablé con mis padres y les dije que no quería estudiar medicina. Me pusieron ‘pinto’ y como castigo me hicieron trabajar en la agencia de viajes. Primero era mensajero, una penitencia, pero fui aprendiendo a hacer todo, hasta que llegué a la ‘dulcería’. Así entré a este mundo fascinante; la música de la agencia de viajes con Lufthansa, Air France, Panamérica y muchos otros. Ver los calendarios con fotos de playas, ¡qué cosa! Llegas y caes al canto de las sirenas: una vez que las escuchas, difícilmente sales», dice subyugado.

Detalla que entró a trabajar en la agencia de viajes de su padre, llamada Mexamérica, «que fue más mía porque estuve más años en la dirección, después tuvo que cerrar y me fui a diversos lugares. Finalmente regresé y hace dos años estoy en esta increíble empresa, invitado por la gran Berenice Lozano, directora general».

Otra de sus grandes pasiones es leer y escribir, «es una motivación, aunque ya no leo tanto como antes. De los libros que me han impresionado son “La Peste” y “El hombre rebelde” de Albert Camus, o novelas como “Los cuatro jinetes del apocalipsis” de Vicente Blasco Ibáñez. Me gusta Gabriel García Márquez, leerlo y releerlo».

Nos contó además, «tengo tres hijos, dos del primer matrimonio: Raúl y Rodrigo, y otro del segundo: Patricio».

Así Raúl García-Morineau espera seguir aportando al mundo del turismo su gran bagaje de experiencias, cultura y sabiduría.

Se despide de INVERTOUR definiendo a La Casa del Viaje: «Ante todo, aquí ofrecemos productos que estimulen la imaginación del viajero».

Por Bibiana Saucedo