Ciudadanos italianos festejan el fin de la cuarentena, que se está dando de forma escalonada desde el 18 de mayo. Incluso, muchos restaurantes, iglesias (entre las que se encuentra hasta la Basílica de San Pedro en el Vaticano) y peluquerías han reabierto, ofreciendo servicios tomando en cuenta medidas de salubridad.

Esto coincidió con la cifra de decesos más baja registrada por la nación europea desde el 9 de abril.

«Millones de italianos comenzarán a trabajar de nuevo. Sin embargo, hay personas que en estas semanas se han quedado sin empleo y salario, comerciantes que corren el riesgo de cerrar sus negocios, empresarios que no saben si podrán continuar produciendo. Serán meses muy duros y complejos, no debemos ocultarlo”, mencionó el primer ministro italiano, Giuseppe Conte en una carta publicada en el diario Leggo.

También los bares han vuelto a otorgar servicios, así como museos, bibliotecas y comercios minoristas. En público se mantienen medidas preventivas como el uso de cubrebocas, distancias prudentes y sanitización de espacios.

Retomar la normalidad

Asimismo, se permiten las visitas de familiares o amigos, siempre y cuando no representen grandes aglomeraciones.

“Como he dicho varias veces, nos enfrentamos a la prueba más dura desde el periodo de posguerra. El gobierno es plenamente consciente de esto. Estamos haciendo todo lo posible para satisfacer las necesidades de todos aún más rápidamente», añadió Conte.