Entre los diferentes participantes de la cadena de valor de la industria turística, las aerolíneas hemos sido siempre impulsores fundamentales de esta actividad que genera desarrollo económico y social. Una de las regiones que más ha evolucionado en los últimos años en términos de conectividad aérea ha sido Latinoamérica. Con su mosaico multicultural, gastronómico, ecológico y sin duda, su pujanza corporativa, reclama su lugar en nuestra industria como una opción de alto valor para cualquier tipo de viajero que nos motive a buscar nuevas experiencias, cada vez más, hacia el Sur de nuestro continente.

Las líneas aéreas latinoamericanas que operan en México están experimentado un aumento constante de pasajeros que ha motivado a mejorar la oferta de servicios. Por ejemplo, de acuerdo a DGAC, en Avianca hemos pasado de transportar 749 mil 547 pasajeros en 2015 a un total de 825 mil 507 en el 2017, con un crecimiento de 10 por ciento en ese periodo. En el mismo lapso, las otras dos mayores operadoras latinoamericanas en México acumulan también un crecimiento de doble dígito en rangos del 10 al 12 por ciento.

Mercados clave de la región como Ciudad de México y Bogotá, que al inicio de la década tenían menos de cuatro vuelos al día, hoy se conectan a través de nueve frecuencias diarias, operadas entre todos los participantes de dicho mercado. Esta apuesta de capacidad ha crecido, en los últimos dos años, 11 por ciento en el volumen de pasajeros transportados. Un poco más hacia el Sur, la ruta Ciudad de México-Lima, que tenía menos de tres vuelos al día, hace poco más de cinco años, hoy se atiende con seis frecuencias diarias entre todos sus operadores. ¿Cuál ha sido el resultado en este último par de ciudades? La ruta ha experimentado un crecimiento acumulado de pasajeros, en los últimos dos años, del 43 por ciento.

Vale la pena tener en mente que estos dos mercados de referencia representan centros de conexión estratégicos de la región, por lo que su crecimiento significa también dinamización del tráfico hacia mercados al interior de los respectivos países y más allá.

Las aerolíneas de la región se preparan con más vuelos para atender una demanda creciente. Prueba de ello son las nuevas rutas que se suman cada año; en el caso de Avianca los servicios Bogotá-Cuzco o más recientemente el Lima-Mendoza en abril de este año, que abrirá nuevas opciones para el viajero que quiere conocer las maravillas de nuestra región. Pero no somos los únicos que estamos poniendo todo nuestro esfuerzo para que el tráfico aéreo mantenga su vuelo ascendente.

Los países también quieren tener las mejores condiciones para seguir aprovechando esta tendencia que impulsa nuestras economías. Apenas el mes pasado, el Gobierno de Colombia atestiguó la entrega de las obras de ampliación en El Dorado, aeropuerto de Bogotá, que ahora tendrá capacidad de atender 43 millones de pasajeros al año con mejores servicios. Al interior de Colombia igualmente se adelantaron mejoras en aeropuertos estratégicos como Cali y Santa Marta; y también ya se está hablando de la ampliación del aeropuerto de Lima, que tendrá una pista adicional en el año 2021. Si subimos hacia Centroamérica, veremos que hay obras en curso en los hubs de San Salvador y Panamá, al tiempo que se avanza en proyectos de nuevos aeropuertos para Tegucigalpa y San José de Costa Rica.

La región y sus operadores hemos entendido la importancia de la conectividad aérea para el desarrollo del sector turismo, y la impulsamos decidida y proactivamente.

Las aerolíneas latinoamericanas competimos con estándares de clase mundial, apostando por el uso de aplicativos para que el pasajero tenga cada vez más control de su viaje. Apostamos por flotas renovadas que nos hagan más sustentables y eficientes para ser competitivos. Y aquellas compañías como Avianca, que han sabido reinventarse a lo largo de la historia, apuestan por un modelo de servicio integral, pensado no sólo en conectar personas de un punto A a un punto B, si no también con las emociones, las experiencias inolvidables y la calidez que nuestra región representa con orgullo para todo el mundo.

Miguel Ángel Cardona es director Comercial de AVIANCA. Un brillante empresario y experto en finanzas y gestión que posee la licenciatura en Administración de Empresas con especialización en “Negocios Internacionales”; es egresado del TEC de Monterrey y cuenta además con un MBA en Finanzas.

Es definitivamente un apasionado de la aviación comercial, y se nota, pues desde su llegada a AVIANCA la ha posicionado en los primeros lugares de ventas y como una de las favoritas del mercado mexicano.