Pereira, Colombia.- El cultivo y comercialización de café es más que una forma de ganarse la vida en Colombia, es el orgullo e historia de una nación enfocada en llevar lo mejor de su tierra a todo el mundo. INVERTOUR, invitado por PROCOLOMBIA, descubrió la belleza del Paisaje Cultural Cafetero, que compone una ruta conformada por zonas de los departamentos de Caldas, Quindío, Risaralda y Valle del Cauca.

Por su localización privilegiada, estos campos lucen eternamente verdes y el clima (con temperatura ideal y lluvias constantes) permite ver dos veces al año las pequeñas frutas rojas del cafeto, las cuales crecen rebosantes gracias a años de investigación científica y mucha experiencia.

Aquí, la figura de Juan Valdez (con su bigote, sombrero y su mulita Conchita) es una de las más queridas y respetadas; representa a todos los cafeteros que día a día trabajan para obtener el grano de café arábigo. Sólo en 2017, Colombia exportó $2 mil 513 millones de dólares en café, lo cual representa un aumento del 4 por ciento en comparación con 2016. Esta semilla es el principal producto no minero que sale de tierras colombianas. Los principales destinos son Estados Unidos, Japón, Canadá, Alemania y Bélgica.

La gente que aquí labora es amable y trabajadora. De manera oficial, hay cerca de 565 mil cafetaleros registrados en la Federación Nacional de Cafeteros de Colombia, organización que se ha encargado desde hace más de 50 años de garantizar la calidad del café exportado. Turísticamente, los paseos a haciendas forman parte del encanto. Estas propiedades se dedican a cultivar este tesoro, ofreciendo recorridos a los campos y posteriormente a los talleres donde se tuesta el grano para posteriormente comercializarlo.

Pereira:

Don Manolo Café sigue una de las formas en la que se comercializa el café en Colombia. Ha logrado la certificación de café de origen por su exquisito sabor llevando el producto bajo su propia marca. En esta coqueta hacienda podrás seguir los pasos del proceso de esta bebida; desde su cultivo y selección, hasta su molienda y, posteriormente, saborearlo.

Antes de seguir, preguntamos cuál es la taza de café perfecta, a lo que Manuel Carrasco, hijo de Don Manolo, sonrió burlón, señalando que esa es una pregunta que debe contestar quien prepara la taza: “Yo no voy a romper años de tradición. No puedo decirle a un cubano que no lo tome con azúcar, o a un mexicano que no le agregue leche. La bebida perfecta debe ser tu favorita”.

El clima de esta ciudad es curioso. Amanece soleado pero a medio día llueve. Luego el cielo se calma y… vuelve a llover. ¿Qué tal visitar unas aguas termales para relajarte?

En Santa Rosa de Cabal, a menos de dos horas de Pereira, podrás disfrutar de cristalinas fuentes de las que brota agua caliente cargada de minerales la cual, combinada con las frescas aguas que bajan de las montañas, se convierte en un tesoro escondido entre lo que es el Eje Cafetero. Este lugar se caracteriza por encontrarse envuelto en montañas, lo que lo convierte en un secreto.

Salento:

Los campesinos que llegaron a lo que ahora es el municipio de Salento buscaron sembrar alimentos y criar ganado entre sus terrenos montañosos y de abundante vegetación. Al limpiar el campo, decidieron conservar las palmas de cera porque “se veían bien”. Actualmente se trata del árbol nacional de Colombia y no puede ser visto en otro lugar. Este hermoso valle es perfecto para tomar fotografías. Cóndores andinos cruzan su limpio cielo. ¡Toda una maravilla natural!

Manizales:

Manizales es una ciudad universitaria de 350 mil habitantes, de los cuales el 40 por ciento viene de fuera. Gracias a las instituciones educativas que hay en este lugar se ha catapultado como destino para eventos, ya que todas tienen su propio centro de convenciones, muchos de ellos en lugares históricos pero equipados con modernidad. Uno de sus atractivos es la posibilidad de viajar en cable, un medio de transporte público de pasajeros que resulta ideal para la topografía de esta metrópoli.

Después de tomar café, mínimo tres tazas al día, era momento de someternos a un “bautizo cafetero”. Por ello nos dirigimos a Café San Alberto, único en Colombia por ofrecer una opción de cata molecular que permite a los amantes de esta bebida probarla en diferentes presentaciones. Desde un sorbete de café hasta un caviar de café, degustamos algunas reacciones químicas que nos permitieron obtener un título que nos reconoce como “Dignos embajadores del café colombiano”, prometiendo llevar con orgullo este producto al resto del mundo, así como contar las magníficas experiencias de este destino.

Gastronomía:

Colombia no sólo recibió la bendición del café, sino que también es conocida por las arepas. Decenas de combinaciones de estas se pueden saborear durante la mañana, tarde y noche: ya sea con huevo, queso, mantequilla o arequipe (dulce de leche). También pueden ser un entremés para las comidas o para acompañar una taza de chocolate. Nada como disfrutar de una bandeja paisa original con una arepa recién hecha.

Colombia tiene dos aspectos sobresalientes en el Paisaje Cultural Cafetero: uno es, por supuesto, el café; y el segundo y más hermoso es su gente tan amable y jovial, quienes reciben al turista para ofrecerle lo mejor de su tierra. No dudes en conocer esta otra cara del país, y qué mejor que con la aerolínea de casa: Avianca, con la cual comenzarás la experiencia desde el momento de subir a sus confortables aviones. Por eso y más #ColombiaEsSabrosura.

Enviada especial: Laura Barrios