Barrio Mágico en CDMX
Otra vez me tocó ser turista en mi ciudad, y aunque ya hemos hablado del D.F., ahora conocido como CDMX, tiene muchas y diferentes opciones para disfrutar comida, juegos, recreación, lectura, lo que se les ocurra. En esta ocasión los llevaré a un recorrido por Santa María la Ribera, algunos lo conocen, muchos otros no.
El barrio de Santa María la Ribera está ubicado en la delegación Cuauhtémoc y tiene más de 150 años. Me parece que de pronto se puso de moda y es algo que se agradece, ya que es una joya olvidada en la ciudad. Indiscutiblemente tiene cierto aire colonial pero no como Coyoacán o San Ángel, se respira algo distinto y a pesar de ser “chico” tiene diferentes rumbos para visitar. Está cerca de la estación de Metrobús Chopo o Buenavista, tú decides.
Hablando del Chopo
En esta zona está el Museo Universitario que lleva este nombre, el edificio es hermoso y tiene un estilo arquitectónico tipo «Jugendstil Alemán», más o menos como el Art Nouveau que fue diseñado por Bruno Möhring para ser el cuarto de máquinas de la metalúrgica Gutehoffnungshütte. Este lugar está dedicado a la promoción y difusión del arte contemporáneo. Checa su página y descubre algunas de sus exposiciones actuales o futuras o, simplemente, aventúrate a ver lo que encuentras como lo hice yo, es recomendable.
Camina un par de cuadras en Santa María la Ribera
Y busca el centro de esta colonia, el cual ubicarás por el famoso Kiosko Morisco, sin duda una vista instagrameable. Está justo en el centro del parque donde alrededor hay varias opciones de comida, es una área bastante familiar para disfrutar una golosina o una nieve. Ya saben lo mucho que amo los Kioskos, este es de mis preferidos. Y justo a un costado encontrarás el Museo de Geología, es de mis favoritos. ¡Sí! cuando entras además de admirar la perfecta escalera que tiene descubrirás un enorme y hermoso ¡MAMUT! Obviamente como niña pequeña me tuve que tomar la foto porque me acordé de Manny de la Era del Hielo, pero no es lo único divertido, también hay piedras preciosas y… Jurassic Park se hace presente con muchos dinosaurios; qué tan único y divertido es hallar esto en la ciudad ¿eh? Pero en realidad y de manera más formal este lugar es hogar de los descubrimientos y aportaciones de mineralogía, petrología y paleontología nacional e internacional, y básicamente todo lo relacionado con las ciencias de la Tierra.
Para la hora de la comida…
Hay un restaurante que es famosísimo y me parece que es algo similar a los tradicionales “Machetes”, pero este sitio se llama “Las Jirafas y La Mula”, y no, no es comida exótica. Hay cervezas y el atractivo son sus largas quesadillas, de ahí el nombre jirafas, que miden 45 centímetros, son preparadas con tortillas hechas al momento y tienen diferentes rellenos para deleitar al paladar, así como una barra de salsas para todos los gustos. ¡Se me hizo agua la boca. Ahora que, si andas muy aventurero y dispuesto a probar cosas nuevas, dirígete a “Kolobok” en la calle Salvador Díaz Mirón en Santa María la Ribera; se rumora que es el mejor lugar para disfrutar comida rusa en la Ciudad, una de sus especialidades son las empanadas dulces de manzana, así como la tradicional sopa borshch. ¡Ya me contarás!
Una vez que hayas disfrutado este tradicional platillo, puedes dirigirte hacia la vía principal de la zona, que es la calle Santa María la Ribera, donde sobresale el Templo de la Sagrada Familia o de los Josefinos. En 1899, el padre José María Vilaseca puso la primera piedra de este espacio que luce un estilo bizantino –y a veces he leído que la confunden con una mezquita por este hecho–; también podrás ver que tiene unos hermosos vitrales de colores que evidentemente llamarán tu atención. Un lugar único que ofrece Santa María la Ribera.
Para los amantes de la arquitectura
El Teatro Magaña es un imperdible de la Santa María la Ribera; primero fue iglesia, después auditorio y ahora teatro. Sin duda ha sabido mantenerse frente al cambio y su espacio no ha sido desperdiciado.
En la esquina de Jaime Torres Bodet está la primera cantina que escuchó cantar a José Alfredo Jiménez: el Salón París, que además de ser uno de los emplazamientos de mayor tradición, ofrece diferentes opciones de tragos y deliciosa comida mexicana para pasar un rato ameno y viajar en el tiempo a través de su arquitectura. Es de esos lugares donde los meseros llevan años trabajando en el sitio por lo que te hacen sentir como en casa y tienen historias que contar; definitivamente vale la pena.
Debo admitir que una de mis grandes adicciones son los libros, y creo fervientemente en que cualquier punto que contenga muchos libros es un espacio de paz espiritual. Me gusta la sensación del papel en mis manos, la aventura de perseguir historias y sumergirme en ellas a través de la lectura y disfruto verlos porque me dan una extraña sensación de familiaridad, así que confía en mí cuando te digo que tienes que visitar la Biblioteca Vasconcelos, un espacio público de libre acceso para cualquier persona, básicamente es una máquina del tiempo.
Arquitectónicamente es PRECIOSA, de verdad. Tiene muchas escaleras y niveles, las paredes en realidad son vidrios que dan mucha luz al recinto, es enorme y tiene un acervo integrado por más de 600 mil obras entre libros, CDs y videos, revistas y periódicos, tanto para consulta como para préstamo a domicilio. Su ícono principal (además de lo que mencioné) es la obra de Orozco, una estructura ósea de ballena gris de 11.69 metros. Indiscutiblemente es el lugar perfecto para terminar tu recorrido por el barrio mágico de Santa María la Ribera.
